lunes, octubre 08, 2007

Marcello, Cebrian se coge un globo

martes 9 de octubre de 2007
Cebrián se coge un globo

Menudo globo se ha cogido Juan Luis Cebrián con el Gobierno de Zapatero por causa del “fuego amigo” que desde la Moncloa se lanza sobre el grupo Prisa, según lo reconoce González, por causa de la guerra del fútbol y de otras amistades del presidente —por ejemplo, con el director de El Mundo—, lo que a juicio de los herederos de Polanco constituye una traición a su núcleo ideológico, su alma cultural y su buque insignia en las luchas de poder, que es lo que han sido El País y la SER —y ahora la Cuatro y Canal Plus—, en defensa y apoyo del PSOE a lo largo de los últimos años.
El Globo fue un semanario que le estalló en las manos a los de Prisa, y ahora es el símbolo de su subtítulo —“global”— a pie de la cabecera de donde se retira, y con razón, el lema de “diario independiente de la mañana” que tanto dio que hablar. Porque en tiempos del felipismo se subrayaba mucho lo de “la mañana”, porque a partir de las primeras horas de la tarde parece que llegaban a la redacción del rotativo todas las influencias del poder.
Cebrián acusa a Zapatero de una pésima política de comunicación de corte oportunista que no ha sabido comunicar sus logros, y que ha favorecido a los visitantes del palacio de la Moncloa, como si los dirigentes de Prisa, con Cebrián a la cabeza, nunca, con González o con Zapatero, hubieran pisado esas instalaciones poderosas, o no hubieran recibido importantes concesiones y favores mediáticos y de todo orden por los servicios que han prestado a los gobiernos del PSOE.
Cebrián sigue en guerra con los de La Sexta, señala a Miguel Barroso como inventor del club de Roures y Contreras, a quienes llama mentirosos, y le avisa a Zapatero, aunque no acaba de romper amarras con el poder porque aún le temen mucho más al PP. Pero en su cara de pocos amigos y malas pulgas frente al Gobierno se adivina que los de Prisa no ven nada claro ni cercano el fin pactado de las guerra del fútbol audiovisual que, por ahora, están perdiendo y que, si sigue así, dentro de un año, o dos, la cosa irá de mal en peor, mientras los de Mediapro siguen contratando a los clubes de fútbol, aunque nadie sepa cómo y cuándo van a pagar todo lo que deben a bancos, entidades y al personal.
O sea, que cuando parecía que El País tomaba cierta distancia del Gobierno, aunque sea por una cuestión de interés empresarial, va Cebrián y le quita al diario el apellido de independiente —solo El Independiente hizo honor a esa cabecera en la prensa de papel, y por eso lo liquidaron— y lo sustituye por lo de global, por el mundo global, el multimedia global, y la presencia de Prisa en Europa y América, lo que no está mal, por más que aquello del El Globo fuera un sonado error, aunque para globo, globo, el de Cebrián.
Y hace mal el consejero delegado de Prisa en bajar a la arena con esos malos modales y perdiendo la serenidad, porque prueba que el globo que hoy exhibe tiene más aire que gas y, como se descuide, en vez de llevarles a dar la vuelta al mundo en ochenta días, en cualquier momento se puede estallar, en las manos de Zapatero o en las de Cebrián.

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