martes, octubre 23, 2007

Lujo Cierno, De las urnas y de su utilidad eventual

miercoles 24 de octubre de 2007
De las urnas y de su utilidad eventual Lujo Cierno

Choque de coches en la carretera de La Coruña.
El encontronazo fue frontal, el encontronazo fue brutal. Los dos vehículos se encastraron y aplastaron mutuamente, el carro armado 537 de la División Acorazada y el viejo Dodge de la familia Arvillejo.
Explosión tremenda un segundo después. Ardieron los dos carruajes.
Perecieron carbonizados todos: los tanquistas, la familia Arvillejo entera y verdadera y un peatón ateo que se acercó a curiosear.
Todo era desolación, todo eran cenizas.
El guardia civil gritó a un lugareño:
—¡Corra a su casa, buen hombre, y tráiganos una escobilla y un cogedor!
Pasó entonces un camión de la Presidencia del Gobierno, cargado de urnas electorales para su reparto en aldeas y pedanías, con vistas a las próximas elecciones municipales.
La suerte fue que el fusil de un tanquista, con su bayoneta todavía envainada, se salvó de la quema.
Un guardia civil de retén la cogió y rajó de cuajo con ella la yugular de un labrador que deambulaba de un lado para otro, y con la sangre que le manó del cuello pintó una cruz roja en cada urna, una vez embutidas las cenizas, amén de un número de orden para su identificación ulterior. El camión de la Presidencia siguió camino.
El guardia civil se rascó las partes y gritó a curiosos y viandantes:
—¡Despejen, despejen!
Meses más tarde, la Real Sociedad Canina del Canadá alzó un monolito en el lugar del siniestro para honrar la memoria del labrador mártir.

http://www.estrelladigital.es/a1.asp?sec=opi&fech=24/10/2007&name=cierno

No hay comentarios: