jueves, octubre 04, 2007

Luis Pousa, ¡A por Caride, oé!

viernes 5 de octubre de 2007
LUIS POUSA
CELTAS SIN FILTRO
"¡A por Caride, oé!"
Política Territorial es el departamento más inversor de la Xunta. Las razones son obvias, de esa Consellería dependen, entre otras cosas, las grandes infraestructuras del transporte. Stock de capital público que Galicia debe seguir incrementando para recortar las disparidades que todavía existen con otras zonas de España, y siempre tomando como referencia las regiones avanzadas de la Unión Europea.
Pero además del papel que cumplen como sostén de la actividad económica, las infraestructuras son un factor de vertebración del país y juegan un papel casi decisivo en el impulso del crecimiento económico y en el fortalecimiento de las pautas de ese crecimiento económico.
A este respecto, cabe recordar el peso que tuvieron las infraestructuras en el largo proceso histórico de mediterraneización de la economía española, desde 1955 a 1996 y la consolidación de Madrid como el gran polo de crecimiento interno. Lo que provocó que las actividades productivas se concentrasen en determinadas comunidades autónomas.
Agotado ese modelo de crecimiento, que coincide en su último estadio con el cambio de ciclo inmobiliario, la batalla del desarrollo regional se libra ahora en los modelos de crecimiento endógeno. En él, las infraestructuras tienen un papel central, al lado de las dotaciones de capital humano, las tecnologías y un complejo conjunto de sinergias relacionadas con la innovación, la investigación y las economías externas.
Pues bien, si la actuación que está llevando a cabo el departamento de Política Territorial, con arreglo a las competencias que le son propias, se sitúa en el contexto antes descrito, se aprecia el papel clave que está jugando en la conformación del nuevo modelo económico impulsado desde la Xunta.
Un modelo discutido a cada paso por una oposición deudora de unos intereses y de unos compromisos heredados de su larga etapa en el Gobierno autonómico. Una oposición con serios problemas para elaborar las directrices de una política económica para Galicia mucho más exigente en la calidad de la producción de sus bienes y servicios, así como en la productividad, que cuando estuvieron en el poder.
Los populares tienen sus razones objetivas para concentrar su artillería en bombardear a la Consellería de Política Territorial. Pero la cuestión está en el cómo, y es precisamente ahí donde se aprecia que la falta de un proyecto alternativo la intentan suplir por otras vías más expeditivas y mucho menos razonables: atacar sin tregua a la máxima responsable del departamento.
Identificada la pieza a abatir, ha comenzado la batida, al grito de "¡A por Caride, oé!". La consigna está dada, y tanto se aprecia en lo del montaje de la autovía del Barbanza -con un frustrado intento de difamar a la persona que ocupa el cargo de conselleira- como en la batería de propuestas dirigidas a Política Territorial en el Debate del Estado de la Autonomía. Conviene, no obstante, distinguir entre las dos formas de hacer oposición por el mismo partido, pues queda claro cuál de las dos es la impresentable.
Visto lo visto, la presión del PPdeG sobre María José Caride será muy dura, pero si no consigue derribarla, habrá ayudado, muy a su pesar, a forjar una nueva figura de la política gallega, y, además, mujer.

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