miércoles, octubre 03, 2007

Jose Oneto, El PP vuelve a la calle...

miercoles 3 de octubre de 20007
El PP vuelve a la calle… José Oneto

El Partido Popular, que durante toda la legislatura ha ejercido la oposición al Partido Socialista y a Zapatero tanto en el Parlamento como en la calle, con manifestaciones que le han servido para fijar el suelo de un electorado fiel que ha respondido a todas sus convocatorias, volverá a convocar manifestaciones callejeras a favor de los símbolos nacionales: la Corona, la bandera y el Himno Nacional que, después de muchos años, contará con una letra oficial dentro de varios meses.
Adelantándose a lo que decida un grupo de catedráticos que, convocados por el Comité Olímpico Español y la Sociedad General de Autores, tienen que elaborar la letra del Himno Nacional, el presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, se ha mostrado partidario de que “debe haber un himno nacional con una letra en la que se hable de la Monarquía y de España y que sea aprobada por las Cortes Generales y no por la Sociedad General de Autores”.
Aprovechando la reacción que está produciendo la ofensiva contra la Corona (la petición fiscal de un año y tres meses de cárcel para los dos jóvenes acusados de quemar fotografías de los Reyes en Gerona por injurias graves a la Corona “con la agravante de disfraz”, estimulará, aún más, la ola antimonárquica que se ha levantado en Cataluña contra el Rey y la familia real). Mariano Rajoy se ha envuelto en la bandera nacional y ha unido los tres símbolos (la bandera, el Himno y la Corona) para iniciar una nueva clase de oposición que, si no se pasa de tuerca, puede encontrar importantes y sorprendentes apoyos.
Rajoy, que hace unos meses descubrió la calle en sucesivas manifestaciones contra las negociaciones con ETA, contra los beneficios penitenciarios que recibió el etarra De Juana Chaos, contra la ley de Enseñanza, contra la política antiterrorista del Gobierno, en contra del Estatuto de Cataluña, en contra de los matrimonios gays, a favor de la familia, en contra del traslado a Cataluña de parte del Archivo de Salamanca, y en contra de que Navarra fuese el precio político que se fuese a pagar por el llamado “proceso de paz” (nueve manifestaciones en sólo unos meses, todo un récord), está dispuesto a utilizar, de nuevo, la calle para responder al “órdago independentista” lanzado por el lehendakari Ibarretxe con los dos referendos que pretende convocar en Euskadi invocando el derecho de autodeterminación.
Bajo el lema “Somos España”, un slogan tan obvio como el que el Ejecutivo está utilizando en la propaganda institucional insistiendo en que “el gobierno de España es el Gobierno de España”, el Partido Popular volverá a la calle para reivindicar, el próximo día 12 de octubre, día de la Hispanidad y de la Fiesta Nacional española, la bandera nacional que sigue sin ondear en muchas dependencias e instituciones oficiales, y la figura del Rey como símbolo de unidad y de permanencia del Estado.
Una convocatoria que, según Ángel Acebes, secretario general del partido, no es nada “partidista” sino que se trata de una “invitación a los ciudadanos a que participen en los actos institucionales y una oportunidad de conmemorar la Fiesta Nacional Española”, “dar la cara” y “hacer frente al desafío de los que quieren romper España”. Como siempre, todo es cuestión de dosis, y el Partido Popular, que de nuevo ha tomado la iniciativa de la agenda política, no es precisamente experto en medición de dosis. Y ahí, precisamente, puede estar el problema.

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