miércoles, octubre 24, 2007

Jose Oneto, Cataluña: el Gobierno no quiere responsabilidades

jueves 25 de octubre de 2007
Cataluña: el Gobierno no quiere responsabilidades José Oneto

El caos de los transportes en Barcelona se complicó ayer con un posible y probable caos en el aeropuerto del Prat que, afortunadamente, fue solucionado a tiempo, aunque durante más de dos horas produjo el desconcierto y la indignación de miles de viajeros que han carecido de información sobre las puertas de embarque, las horas de salida y llegada de los aviones ni por qué cinta tenían que recoger sus equipajes.
Parece una broma, una broma macabra, pero es pura realidad y una pesadilla para muchos de esos viajeros que, además, habían llegado al aeropuerto después de superar todas las dificultades derivadas de la interrupción del servicio de Cercanías, y de los autobuses que colapsan las vías principales de la ciudad, conducidos por chóferes que además los han trasladado de varias provincias españolas y que, después de hacer un cursillo de dos horas, los han colocado al frente de las flotas que recorren la ciudad y que tienen que suplir el caos provocado las interminables obras del Ave.
En esta ocasión no se sabe quién ha asumido la responsabilidad, aunque ya se da por descontado que los problemas de las Cercanías no durarán ni una semana ni dos, sino probablemente dos meses. Y la responsabilidad no está en ninguna de las empresas que están participando en la construcción del Ave.
El intento de Fomento de que OHL (Obras Huarte y Laín) y su presidente, José Miguel Villar Mir, carguen con el muerto no deja de ser un auténtica desvergüenza basada además en un supuesto contencioso que el presidente de OHL tendría que con la Administración Central del Estado por su rechazo a la expropiación forzosa de la mina gallega Serrabas, por donde tiene que pasar el Ave que va desde Orense a Santiago de Compostela.
El contencioso que la familia Villar Mir tiene con el Ministerio de Fomento no es ningún tipo de excusa para que una empresa que tiene una capitalización de 2.589 millones de euros y cuya principal actividad se dirige a la construcción ferroviaria es argumento para que toda la responsabilidad caiga sobre una empresa que no tiene el mínimo interés en que nadie la ponga en la picota y a la que se quiere endosar todas las responsabilidades.
La filial de OHL en Cataluña lleva por nombre Guinovart Obras & Oshsa y tiene como principal misión la la realización de obras de ancho ibérico e internacional de vías, estaciones, apeaderos, túneles, viaductos y metro.
Fue adquirido por Laín en los años 80 para poder optar a la obra civil de Cataluña y en 1999 se incorporó al grupo del ex ministro de Economía con Suárez Juan Miguel Villar Mir.
El problema es que ante una situación de auténtico caos y cuando desde el Gobierno central se quiere dar la cara y se intenta echar balones fuera, se está produciendo una auténtica crisis entre el tripartito catalán y el Gobierno Zapatero que anunció con bombo y platillo que el Ave llegaría a Barcelona el próximo 21 de diciembre, la víspera del sorteo de la Lotería de Navidad.
En la última reunión del tripartito catalán ya se han producido las primeras tensiones con el Gobierno central, con su absoluta falta de previsión y con la decisión de que es preferible que el Ave llegue cuando llegue a Barcelona sin que sufra en ningún momento la seguridad, teniendo en cuenta que durante las obras se han producido una docena de muertes.
El problema no está en ninguna de las empresas constructoras. El problema está en el Ministerio de Fomento, al que se quiere proteger tanto en el Senado como en el Parlamento. Todo un escándalo...


http://www.estrelladigital.es/a1.asp?sec=opi&fech=25/10/2007&name=oneto

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