miércoles, octubre 24, 2007

Inocencio Arias, La sumision de la mujer

jueves 25 de octubre de 2007
La sumisión de la mujer Inocencio Arias

El 11 de Septiembre, y las consecuencias del mismo, han producido un torrente de libros en Estados Unidos. Buena parte de los mismos son políticos y en ellos está de moda atacar a Bush. Hay otros sociológicos que estudian, por ejemplo, cómo ese trágico acontecimiento ha influido en las pautas de comportamiento de los estadounidenses.
Entre estos últimos, la escritora Susan Faludi saca ahora The terror dream (El sueño del terror). La tesis del libro es clara y sugestiva: el ataque terrorista ha producido un patente retroceso de la mujer en la sociedad americana, hay una presión para que vuelvan al tradicional papel de amas de casa, a la convencional dependencia del hombre... Se desatan de nuevo los impulsos antifeministas, arguye, se denigra subliminalmente a las mujeres independientes, se mitifica al macho, etc.
Este eje central del libro ha sido ya refutado alegando que es una visión amañada de lo que es Estados Unidos hoy. Lo curioso es que los ataques vengan incluso de donde menos se espera. Michiko Katutani, en el progre New York Times, se desmelena contra la estulticia fantástica de la autora, “estamos ante una de las obras más insensatas acerca de los resultados del 11S” y, sigue diciendo, “tristemente es esa clase de libro tendencioso, pomposo, chapuceramente razonado que le hace un flaco servicio al feminismo”. ¿Qué es eso de que se silencian las voces femeninas?, dice Katutani. En momentos en que Hillary Clinton, en cabeza de las encuestas, está a punto de convertirse en el ser más poderoso de la tierra... Cuando una mujer, Katie Couric, dirige el telediario más importante del país, cuando otras conocidas informan en primera línea desde Iraq... ¿Cómo se explica el éxito de las muy liberadas series televisivas Desesperadas amas de casa o Sexo en la ciudad o de la más que independiente protagonista de Closer?
Katutani crucifica a la Faludi. Un profano podría incluso añadir cosas que se ha dejado en el tintero.
La presidenta de la Cámara Baja, primicia total, es una mujer; la secretaria de Estado también; la figura televisiva mejor pagada y con más influencia del país, Oprah Winfrey, también. Su adopción de El amor en los tiempos de cólera como libro del mes ha llevado a la editorial a imprimir a la carrera 750.000 ejemplares.
Paralelamente, las listas de bestsellers contienen abundantes autores femeninos. Para muchos la Faludi está tocando el violón.
Hay algo, sin embargo, en que el relegamiento de la mujer es notorio. Hollywood, en sus largometrajes, sigue archivándolas prematuramente.
Rebasados los 40-45 años las hembras tienen mucho más difícil encontrar un buen papel. Sólo que esto no tiene nada que ver con olas neoconservadoras post-11 de Septiembre. Se viene dando desde hace bastantes años.

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