lunes, octubre 15, 2007

Antonio Martin Beaumont, Mirando a Marzo

martes 16 de octubre de 2007
Mirando a marzo
Antonio Martín Beaumont (elsemanaldigital.com)

S UELE decirse que dos no riñen si uno no quiere. En esta nueva reunión que van a celebrar en La Moncloa Zapatero e Ibarretxe, pese a que los dos han mostrado sus deseos de escuchar y ser escuchados, a ambos les interesa reñir -guardando las formas, claro- para que la foto salga movida. Las elecciones generales están a la vuelta de la esquina. A uno, al líder socialista, le interesa ahora dar sensación de firmeza frente a las "iluminaciones" soberanistas del lendakari para restarle espacio al discurso del PP, su gran rival político; al otro, al presidente nacionalista, no le vendría mal salir de la cita con el no bajo el brazo para presentarse en el País Vasco como víctima de la cerrazón de Madrid. Por tanto, así es, estrategias opuestas en este martes que convergen en un mismo interés: cerrar las puertas con un "político" pero sonoro portazo. Los dos, Zapatero e Ibarretxe, a estas alturas huelen las elecciones. Ambos son conscientes de que la conversación que hoy inician deberá tener su continuación después de la cita con las urnas. Uno y otro saben que dependiendo de lo que los españoles digan entonces podrán jugar sus cartas de una u otra manera. El lendakari está seguro de que el PSOE no va a ser capaz de ganar con mayoría absoluta y de que va a necesitar los votos de los nacionalistas. Zapatero, por su parte, cree que el PNV va sufrir un descalabro electoral y que los humos actuales de los nacionalistas vascos van a quedar barridos por efecto de los aires de los votos. Sin embargo, en el ambiente de la reunión no dejará de flotar una preocupación: que en la próxima primavera las llaves de La Moncloa pueden estar pendiendo del llavero de Mariano Rajoy, quien ya ha manifestado, alto y claro, que para decirle no a Ibarretxe sólo se tarda un minuto.

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