miércoles, octubre 03, 2007

Antonio Cubero, Schuster necesita un recuperador

jueves 4 de octubre de 2007
Schuster necesita un recuperador Antonio Cubero

Las rotaciones de la polémica y la discordia entre Bernd (Bernardo) Schuster y un cierto sector del periodismo deportivo seguirán trayendo cola. Cuatro cambios con respecto al partido último contra el Getafe llegaron al Olímpico romano con la apuesta de varios miembros de la ‘vieja guardia’ con la presencia de nuevo de Guti como titular junto a Diarra y con el juego de la ruleta para Heinze, que dejó el lateral izquierdo al ‘repescado’ Marcelo para pasar al centro de la zaga junto a Cannavaro, y de Sergio Ramos, que lo mismo vale para un roto que para un descosido en la cobertura blanca, para llevar de nuevo al ostracismo del banquillo a Míchel Salgado.
Casi perfilada la parte de atrás a la espera de la recuperación de los centrales Pepe y Metzelder, Sneijder y Robben parecen ser las bandas que arroparán al pivote Diarra-Guti, éste más ‘guadiana’ anoche que otras veces y aquél, con menos hambre de balón que nunca. La experiencia y los goles de Raúl y Van Nistelrooy para completar el que parece que será el once tipo de Schuster. Y, por supuesto, Iker Casillas para toda clase de emergencia.
Tras una pretemporada sin una plantilla conformada y en la que los fichajes sólo aparecían en los periódicos, no sin cierta razón, y ante la lluvia de palos que le está cayendo, Schuster no se cansa de pedir tiempo al tiempo para terminar de ajustar todas sus piezas. A este Madrid que quiere pergeñar el alemán le sobran minutos de angustia y le falta un recuperador de balones que atempere y dé firmeza al juego.
Schuster necesita un obrero-recuperador, sobre todo para que no apareca la incertidumbre de anoche, cuando sus centrocampistas cayeron heridos en la contienda tras festejar la apertura del marcador a través de Van Nistelroy, hasta que llegó el castigo de la igualada de Pandev. Y como más tarde también se repitió el adormecimiento general cuando Ruud había logrado el segundo tanto blanco en los primeros compases del segundo tiempo.
No son rotaciones las del técnico alemán. Lo que está haciendo es dar con el equipo ideal partido a partido. Schuster busca sobre la marcha de los partidos —la semana de descanso del España-Dinamarca le vendrá como anillo al dedo— un equipo con galones europeos, combinado de senectud y juventud curtido en batallas difíciles pero al que le cuesta imponer su ley, para medirse a un rival también en construcción, pero sin grandes pretensiones como el Lazio. Una formación para ahuyentar los malos presagios con los que los nostálgicos ‘capellistas’ intentan dinamitar el trabajo de Schuster.
acubero@estrelladigital.es

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