jueves, abril 12, 2007

Joan Pla, Autoestima, encuestas "onamisticas"... y un buen psiquiatra

Autoestima, encuestas 'onanísticas'... y un buen psiquiatra
Joan Pla
E STÁ de moda la autoestima que, según el diccionario de la RAE es la "valoración generalmente positiva de sí mismo." En las listas de los libros más vendidos en España figura en primer lugar "La Autoestima", del psiquiatra sevillano Luis Rojas Marcos, editado por Espasa-Calpe. ¿Qué habrá sido de su hermano Alejandro, con el que tanto hablé en 1981, mientras escribía para Planeta mi libro sobre "La trama civil del golpe"? Sucedió un 20 de noviembre, cumpleaños de José Luís Navas y de "Vistazo a la Prensa". Era el 20 de noviembre del año 2000. Ese día, que cuadró en lunes, el diario "El Mundo" le hizo al Dr. Rojas Marcos la primera entrevista digital de su vida. Años más tarde fueron otros periódicos los que repitieron la cosa y también provocaron una hermosa e interesante batería de preguntas. Recuerdo una de esas preguntas, publicada en "El País", que preguntaba por qué mienten las personas. La respuesta de Rojas Marcos fue tan sencilla como contundente. Dijo:" La gente miente por miedo." Viene al pelo esta respuesta, hoy que tanto se oye cacarear a los políticos acerca de lo mucho que mienten sus adversarios. Será que los políticos tienen miedo, lógicamente. Miedo a perder el poder o, mejor dicho, miedo a que gane el contrario. No parece que les importe tanto la salud o la felicidad como el poder. Por lo que se ve, incluso los políticos inteligentes creen que el poder radica en el dinero. De hecho, raro es el nuevo rico español que no provenga de la política. Con todo, opino igual que Rojas Marcos que la inteligencia, como el dinero, no dan la felicidad. En mi viñeta del jueves 12 de abril de 2007, o sea, en la del día en que esto escribo, he dibujado la caricatura de Pepe Blanco con su incuestionable cara de levita en cualquier Seminario gallego de antaño y con su nariz crecida a fuerza de mentir que sus contrarios mienten. El chiste era fácil y no me privé de caricaturizar también su nombre de pila y, en vez de Pepiño, le puse Pepiñocho, evocando al muñeco de madera, cuya nariz crecía siempre que mentía. En el breve artículo con que explico mis dibujos hablo, creo que por primera vez en los periódicos, de las "encuestas onanísticas" que, en vísperas de las elecciones de mayo, suelen encargar los diferentes partidos, para publicarlas en sus respectivos periódicos afines. Las favorables al PP o al centro-derecha se publican en los medios gobernados, directa o indirectamente, por el PP. Las que cantan el triunfo del PSOE y de la izquierda en general son primicia y exclusiva en los medios de inclinación socialista o izquierdista. Cada cual se queda y se complace con la suya, en el fulgor de su propia soledad. De ahí lo de "encuestas onanísticas" que no dejan de ser, dicho sea a propósito, una forma más de la autoestima. Envuelto y empapado hasta los huesos en una lluvia pertinaz de discursos y de sermones políticos, siento la necesidad, por primera vez en cuarenta años de profesión diaria, de consultar al psiquiatra, a cualquier psiquiatra, porque mi patria, mi país, mi nación, mi idioma, mi cultura, mi memoria, mi familia, mi amor, mi salud, mi pasado, mi presente, mi futuro y, en suma, todo lo que siempre he considerado como mío, como fundamento cabal de mi autoestima, se esfuma y se pierde en el charcal de las palabras vacías, de los pueriles argumentos de los políticos… Hay momentos en que el panorama que, por vocación y obligación profesional, comento a diario, me resulta deprimente y, por eso, digo que estoy a pique de consultar al psiquiatra, aunque también he de confesar que mi ingenuidad – "Too er mundo é güeno" o "en el hombre hay más cosas dignas de admiración que de desprecio" - , puesto que todavía creo en aquello que nos dijo una vez, años ha, el psiquiatra que trabaja y triunfa en Nueva York: "La depresión es el peor ladrón de nuestra felicidad, porque nos roba la esperanza." Nos lo dijo Luis Rojas Marcos, mucho antes de publicar el libro que ahora mismo estoy leyendo.

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