miercoles 25 de abril de 2007
Asalto a Endesa
Las denuncias de Conthe, los colores del Gobierno
Emilio J. González
En todo este asunto de las OPAs sobre Endesa y sus ramificaciones, Solbes ha jugado a querer dar la sensación de que ponía seriedad, racionalidad y justicia mientras, por otro lado, callaba y dejaba hacer.
La comparecencia del ya ex presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, Manuel Conthe, ante la Comisión de Economía del Congreso de los Diputados ha puesto en evidencia a buena parte del entramado institucional español, incluido el propio Gobierno. Al hacerlo ha colocado en un brete a todo un rosario de altos cargos oficiales que ahora, si son consecuentes con la naturaleza institucional de sus respectivos puestos, deberían seguir el camino marcado por el ya dimitido presidente de la CNMV.
Conthe encabezaba un organismo público, el supervisor de los mercados financieros, que por ley es independiente. El Gobierno, sin embargo, ha querido violentar y ha violentado dicha independencia a favor de sus intereses políticos y en contra de quienes buscan amparo en las reglas del juego establecidas por las leyes en una democracia. Ante ello, Conthe ha optado por marcharse, una vez constatado que no podía frenar el asalto a la CNMV, con fines políticos, que estaba perpetrando el Ejecutivo sólo con el fin de que no saliera adelante la OPA de E.On.
En cambio, la Comisión Nacional de la Energía y su presidenta, Maite Costa, se han plegado siempre a los deseos y designios del Gabinete, pese a que la CNE también ostenta el rango de organismo regulador independiente. A partir de ahora, Costa y quienes la secundan en todo este feo asunto sobre las OPAs de Endesa van a tener que justificar muy mucho sus decisiones porque, como ha demostrado Conthe, hay que luchar hasta el final para que las mismas jamás se aparten de la senda que marca la legislación vigente en una democracia, aunque sea a costa de la propia renuncia al cargo.
Conthe ha reconocido que la CNMV ha sufrido fuertes presiones del Gobierno para que el organismo actuara siguiendo sus directrices, aunque ello implicara el saltarse la ley a la torera, concretamente el artículo 60 de la Ley del Mercado de Valores, cuya invocación por parte de Conthe en su comparecencia de esta mañana acaba de dar los argumentos necesarios para quienes quieran acudir a los tribunales en contra de Enel, Acciona y el Ejecutivo. Esas mismas presiones se han sufrido en la CNE que, por el contrario, ha dicho y hecho lo que el Gobierno quería que dijera e hiciera cuando, por su estatus de regulador independiente, debería haber actuado de otra forma. Conthe acaba de ponerla en evidencia.
Ante lo que ha dicho Conthe en el Congreso, no es extraño que los socialistas trataran de hacer todo lo posible por amordazarle. Conthe, sin embargo, ha manifestado que, dada la importancia de un organismo como la CNMV, de cuya credibilidad y autoridad moral, hoy muy dañadas, depende en buena medida la confianza de los inversores en España, éste tiene que ser independiente, rendir cuentas ante el Parlamento y ser transparente. En gran medida, este fue el mensaje de Zapatero durante la campaña electoral y Conthe lo ha reivindicado ahora, poniendo en evidencia a un Gobierno y a un Grupo Parlamentario Socialista que han hecho y hacen justo lo contrario de lo que habían predicado. El Parlamento, efectivamente, se ha convertido en el centro de la vida política española, como prometía Zapatero que iba a suceder, pero no gracias al PSOE, que pretendía emplearlo como alfombra bajo la que ocultar sus desmanes. Conthe lo ha dejado muy claro con sus palabras y sus decisiones.
No hay que pasar por alto la cita que ha hecho el ex presidente de la CNMV a la dimisión de Carlos Solchaga como consecuencia del caso Ibercorp porque, con ella, ha aludido indirectamente a que Solbes siga el mismo camino, poniéndole también en evidencia. En todo este asunto de las OPAs sobre Endesa y sus ramificaciones, Solbes ha jugado a querer dar la sensación de que ponía seriedad, racionalidad y justicia mientras, por otro lado, callaba y dejaba hacer. Ante lo sucedido con la CNMV y las OPAs, o ante las informaciones que van surgiendo acerca del comportamiento del vicepresidente de la Comisión, Carlos Arenillas, Solbes tendría que dar muchas explicaciones en el Parlamento, con luz y taquígrafos, o actuar en consecuencia. Esto es lo que le ha venido a decir Conthe al recordarle el ejemplo de Solchaga. Pero a Solbes, por lo visto, le gusta demasiado estar en el Gobierno y lo sacrifica todo por seguir en la poltrona ministerial, como ha hecho en el caso Endesa. Ahora la cuestión es cómo justifica esta actitud, porque tiene muchas cosas que aclarar.
Con Arenillas sucede tres cuartos de lo mismo. Conthe ya avanzó en su momento que pediría la dimisión del vicepresidente de la CNMV sin adelantar sus razones para realizar semejante demanda. No ha habido que esperar a la comparecencia de Conthe para saber por qué Arenillas tiene que marcharse. Su cargo como administrador de la sociedad de inversiones Tagomago es incompatible con su puesto en la Comisión; su cena de lujo asiático invitado por Vega Fund Holding violenta el código de conducta que se exige a todo el personal de la CNMV, a quien se le prohíbe aceptar cualquier tipo de regalo o dádiva por parte de los supervisados. Estas dos simples razones bastan para exigir que Arenillas dimita o que, en su caso, el Gobierno exija su cese con tanto ahínco como ha exigido a Conthe que materialice su dimisión. Pero cuando además se sabe que en todo el asunto de Endesa ha quebrado la independencia del supervisor de los mercados financieros por seguir las órdenes emanadas desde la Oficina Económica de la Presidencia del Gobierno, el Parlamento tiene que tomar cartas en el asunto. Si Arenillas no se marcha y el Ejecutivo no le cesa, las Cortes tendrían que aprobar una moción pidiendo la salida del vicepresidente del regulador de los mercados. Solo así la CNMV podrá empezar a recuperar el honor perdido; solo así se defenderán la democracia y el Estado de Derecho.
Por último, el director de la Oficina Económica de la Presidencia, David Taguas, debería empezar a dar las explicaciones oportunas acerca de sus actuaciones y de quién le encargó que hiciera lo que ha hecho en las OPAs sobre Endesa. Taguas también ha sido puesto en evidencia por Conthe al señalarle éste como origen de las presiones sufridas por la CNMV para perjudicar a E.On y favorecer a Enel y Acciona, violentando la Ley del Mercado de Valores y la independencia del regulador. Pero Taguas se cuidará muy mucho de desvelar de dónde procedían aquellas instrucciones aunque, a estas alturas, todo el mundo lo sabe. Y esa figura que se esconde tras la mano de Taguas debería dar todas las explicaciones habidas y por haber ya que, en última instancia, a quien Conthe ha puesto en evidencia ha sido al propio Zapatero, ese Zapatero que calla, que rehúye al Parlamento y que, con toda seguridad, tampoco en esta ocasión actuará como se espera de un presidente de Gobierno.
De Conthe ahora dirán que ha pecado de vedetismo por su insistencia en comparecer ante el Parlamento y procurarán acusarle de todo lo habido y por haber. Pero Conthe, en el fondo, ha hecho lo que se corresponde con el cargo que desempeñaba, por mucho que les pese a quienes ha sacado los colores al ponerles en evidencia.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario