viernes 20 de abril de 2007
Viernes 13. El retrato de Acebes
Miguel Martínez
N O les voy a desvelar a ustedes, a estas alturas, que Spain is different, aunque es lo cierto que en materia de supersticiones nuestro martes 13 -día de mal fario en el que uno no ha de casarse ni embarcarse- se corresponde, en el resto de países occidentales, con el viernes 13, fecha que es considerada por los supersticiosos como un día con más “yuyu” que una carta certificada del Negociado de Multas de la DGT. La globalización y la llegada a nuestras latitudes de películas y novelas extranjeras, así como la importación de costumbres y tradiciones ultra atlánticas y ultra pirenaicas, ha propiciado que también los supersticiosos patrios hayan empezado a considerar los viernes 13 como días poco propicios, en los que uno –además de obviar casorios y subidas a bordo de cualquier tipo de nave- debe limitarse a sobrevivir discretamente, sin llamar la atención de los astros o de los dioses, y por supuesto inhibirse de iniciar nuevos proyectos o planear para ese día actividades potencialmente peligrosas, como presentar la declaración de la renta, invertir los ahorros en la compra de acciones de Delphi, o pasearse con un tebeo de Mortadelo y Filemón bajo el brazo en alguno de los actos organizados por la plataforma Hazte Oír -consulten el artículo de la edición 246 de este columnista y de esta publicación si no han pillado el chiste-, actos éstos que –dicho sea de paso- doña Espe patrocina, con cargo al erario, desde diversos departamentos de la Comunidad de Madrid. En cualquier caso, y por mucho que nos esforcemos en dar a entender que esto del viernes 13 nos parece frívolo y baladí, no son pocos los que evitan el numerito de marras, y así encontramos entornos indiscutiblemente serios, como lujosos edificios de cualquier capital occidental, en los que se pasa del piso 12 al 14 -obviando el innombrable-, hoteles en los que la habitación 13 no se encuentra en ninguna de sus plantas o actitudes como la del archiconocido Ángel Nieto, as del motociclismo, cuyo palmarés, desde siempre, ha estado compuesto por 12 + 1 campeonatos del mundo. ¿Y por qué viernes y por qué trece? Hay diferentes leyendas, e incluso ciertos datos históricos sobre el particular, que abogan por distintos orígenes. Jesucristo fue crucificado un viernes. Y trece fueron los comensales de la última cena. Siglos más tarde, en la edad media, el viernes, 13 de Octubre de 1307, el rey Felipe IV de Francia ordenó capturar al Gran Maestro de los Caballeros Templarios y a 60 miembros de la referida Orden del Temple, lo que significó el fin de aquélla tras la tortura y muerte de la mayoría de arrestados, de ahí que dicha combinación de día y número fuese considerada a partir de entonces como fecha nefasta, llegando esta tradición hasta nuestros días. Y debe ser en este punto donde mis queridos reincidentes se pregunten qué tiene que ver Acebes con el viernes, con el número 13 y con la Orden del Temple, y atendiendo a su curiosidad, y sólo a ella, un servidor les contestará que con el Temple nada de nada, pero con respecto a lo demás fue precisamente el pasado viernes, 13 de abril, cuando la portada del Periódico de Cataluña retrata a Acebes -literal y metafóricamente- en un incontestable documento que contiene su foto, el titular “Déjelo ya , señor Acebes”, la afirmación de que “el juicio por el 11-M pone en evidencia al PP” y -lo más revelador- un clarificador diagrama en el que se contrasta cronológicamente lo que Acebes anunciaba a la prensa tras los atentados del 11-M y lo que en realidad le era comunicado por parte de los responsables policiales según estos mismos han manifestado en el juicio. En definitiva, que este último viernes 13 Acebes quedó del todo, por si alguien albergaba aún alguna duda, retratado y bien retratado. Y no es que nos pille por sorpresa el hecho de que Acebes mintiera como un bellaco por aquellos días, que ya entonces era vox populi que Acebes, fiel a la voz de su amo, contradecía insistentemente los datos que iban apareciendo, faltando con ello no sólo a la verdad sino también al más elemental sentido común. Pero esta aplastante portada de la que les hablo, con datos que desmontan, una a una, todas sus comparecencias de aquellos días, es del todo irrefutable. Vean ustedes si no, mis queridos reincidentes: Mientras que la policía, el mismo día 11 por la tarde, ya había descartado que el explosivo empleado fuese el habitualmente utilizado por ETA y las pistas halladas en una furgoneta apuntaban a Al Qaeda, Acebes manifestaba: “las fuerzas de seguridad y el ministerio no tienen ninguna duda de que el autor del atentado es ETA”. Y por la noche insistía: “el explosivo es el habitual de ETA” -mentira cochina, y él lo sabía porque la policía ya le había informado de todo lo contrario- y “los cuerpos de seguridad trabajan con la línea prioritaria de ETA” -mentira cochina otra vez, puesto que todos los indicios ya apuntaban a Al Qaeda-. El día siguiente, viernes 12, manifestaba: “ETA sigue siendo la principal línea de investigación, así me lo han manifestado los responsables de la investigación” mientras que lo que en realidad le habían comunicado esos responsables era que el análisis de la bomba que no explotó en Atocha centraba la investigación, exclusivamente, en terroristas de corte islamista. El sábado, cuando la policía tiene más que descartada la autoría de ETA y ya ha detenido al marroquí Jamal Zougam, Acebes sigue en sus trece manifestando que no se descarta ninguna línea de investigación. A esas alturas, en el resto del mundo, todos los rotativos dan por hecho la autoría de Al Qaeda. ¿Es o no es para quedar retratado? Pues por si todo esto fuera poco, aún ahora sigue a la greña, como si por repetir más veces una mentira ésta fuese a tornarse en verdad, en una huida hacia delante que pasa incluso por el cinismo que se contiene en su afirmación de que lo que han manifestado los mandos policiales en el juicio “...coincide absolutamente con lo que dije en cada una de mis comparecencias”. ¿Pero es que nos toma a todos por tontos? ¿Habría que enseñarle a Acebes el significado del verbo coincidir y del adverbio absolutamente? Seguro que lo sabe perfectamente y que lo que habría que pedirle no es sino que deje de mentir de una puñetera vez. Y en éstas ¿qué hace Rajoy? ¿Por qué no le dice a Acebes que está más guapo callado y que sus mentiras van a volverse nuevamente en contra del PP como ya pasara en 2004? Es fácil. Aunque Rajoy permanezca estos días de polvareda silbando y mirando para otro lado, y se salga por la tangente manteniéndose ocupado en otros menesteres como el de prevenir al gobierno sobre la peligrosidad de los terroristas de corte islamista -a buenas horas-, no hay que olvidar que por aquellos entonces don Mariano estaba con Acebes en su misma estrategia, haciendo trampas y manipulando datos al unísono, y ya se sabe que entre tramposos está muy feo delatarse; que recuerden que el sábado día 13 de diciembre, dos días después del atentado, cuando la policía daba por válida, exclusivamente, la pista islámica y ya se habían ordenado las detenciones de los marroquíes, Rajoy se despachaba a gusto manifestando: “Estoy moralmente convencido de que ha sido ETA”. ¿No les dará vergüenza? o, mejor dicho, ¿les quedará algo de vergüenza aún?
jueves, abril 19, 2007
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