jueves 26 de abril de 2007
Análisis de texto
Blanca Sánchez de Haro
D ECÍA Antonio Machado que es propio de hombres con cabeza mediana embestir con todo aquello que no les cabe en la cabeza. Buena leyenda para los que embisten siendo ignorantes, en el sentido retórico de la palabra. Según las enseñanzas de Buda, la ignorancia del aferramiento propio es la raíz de todos los engaños y de todos los miedos. Estamos hablando pues del miedo a lo que no somos capaces de comprender, miedo a lo que se escapa de nuestros modos y costumbres, y aferramiento a las condiciones e ideas propias sin ser capaz de salir de esa cerrazón para afrontar el conocimiento de otros modos y costumbres, de otras condiciones e ideas. Vivir engañado en el aferramiento propio. “Intolerancia es la incapacidad de considerar seriamente la alternativa a una proposición” (Chesterton). Pues sí, definitivamente eso es Intolerancia. La intolerancia desde el estudio psicológico, define a un individuo que obvia el hecho de que su realidad objetiva sea la verdad o no, sólo necesita que satisfaga sus necesidades emocionales y espirituales. Y llega un momento que el individuo no es capaz de distinguir la realidad de sus “ruidos mentales”. Según Freud, entre estos individuos es muy común desarrollar respuestas de repetición convulsiva de sus razonamientos. Y desde el estudio filosófico. La intolerancia y el fanatismo en un individuo surgen después de haber encontrado el acomodo de sus propias convicciones en su realidad objetiva, rechazando todo lo que pueda atacar ese acomodo. Fanatismo. Esta distorsión en la mente del individuo intolerante es un catalizador de todo tipo de conductas violentas. Cada vez que capta cualquier información discordante con sus convicciones, se genera en la persona una carga de tensión emocional que acaba ignorando la información recibida, o interpretándola como un ataque personal. Se defiende con actitudes agresivas y respuestas de repetición vacías de concepto o argumento alguno, imponiendo sus convicciones como verdad absoluta que todos los demás deberían conocer. Cuando estas actitudes generan demasiado rechazo de los demás hacia el individuo, éste tiende a esconderse tras actitudes fingidas y sólo reacciona, con más virulencia aún, si está bajo el anonimato. Este escrito es un simple “análisis de texto” sobre varias opiniones anónimas ( por supuesto y afortunadamente, minoritarias) que ”a veces nos hablan sin ton ni son en los foros”, o nos insultan, o no dicen nada supongo porque no tienen argumento pero les gusta ser revientaforos, o utilizan la libertad de expresión para castrar la de los demás, llamándonos incluso ignorantes, cultas criaturas despectivamente, mentes miserables, que damos náuseas, dementes, cuadrúpedos, burros, nos dicen que llegaremos a dar con la cabeza en un pesebre, que no contrastamos fuentes, que nos van a vigilar. Hay un anónimo incluso que aparece en todos los foros no diciendo nada, solo se empecina una y otra vez en que el blanco es negro y el negro blanco y los demás lo aplauden, será que entre ellos se entienden, desde luego yo a este anónimo no le entiendo nada de lo que dice. He de decir que no todo es tolerable, hay que huir del relativismo absoluto. No es tolerable la maldad, la inquina, el daño proferido a otra persona, el abandono, el maltrato, el hambre en el mundo y muchísimas cosas más. Tampoco es tolerable la intolerancia mal entendida. A menos yo, no la tolero, la respeto, pero no la tolero. Un guiño para mi tío, quien me propuso elaborar este simple análisis de texto. No llegué a descubrir con mi análisis quienes son pero si cómo son. Espero haber estado a la altura de tu propuesta
jueves, abril 26, 2007
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