QUÉ HAY DE LO NUESTRO
Telemadrid tiene parte de razón
TONI SOLER - 15/04/2007
El famoso documental de Telemadrid no merecería comentario alguno. Su tono panfletario, su hilarante dramatismo y su peculiar manera de entender el periodismo (sic) de investigación lo sitúan al nivel de la telebasura, aplicada esta vez a los intereses electorales del PP. Por si fuera poco, la emisión fue seguida por un escasísimo 5% de la audiencia madrileña, que a la misma hora prefirió distraerse con C. S. I.o Mira quién baila.SIN EMBARGO, el documental de El Mundo TV no es una simple sarta de mentiras. Pues, en efecto, en Catalunya placas y rótulos oficiales están sólo en catalán, no hay enseñanza pública en castellano - excepto en casos individuales- y en determinados ámbitos el conocimiento del catalán es obligatorio. Lo relevante es que, para los autores del reportaje, esto es motivo de escándalo, mientras que para una mayoría de los catalanes es una política no sólo lógica y justa, sino también necesaria para garantizar la supervivencia del catalán, objetivo que en este país compartimos muchos, y no sólo los catalanohablantes. El tema no tendría más trascendencia si no fuera por el ridículo provincianismo que, una vez más, hemos exhibido los catalanes. Mientras los madrileños hacían zapping, nosotros hemos acudido en masa al YouTube para flagelarnos con el reportaje de marras. Nos hemos rasgado las vestiduras, nos hemos sentido atacados… ¡Hemos dado explicaciones! Destacados dirigentes políticos han salido a hacer de Monegal, denunciando las falsedades del reportaje. Nunca antes Telemadrid ha merecido tal atención. Y esto, con ser grave, no es lo peor. Lo peor es el errático discurso con el que contraatacamos, la actitud defensiva, los intentos de pasar de puntillas sobre el problema (sí, problema) lingüístico en Catalunya. De nada sirve decir que no hay conflicto, que no se discrimina el castellano y que cualquier niño puede ser escolarizado en la lengua que desee. Eso no, señores, porque no es cierto; un poco de coraje. Aceptemos que hay un problema, varios problemas: el de los que están hartos de la normalización del catalán, y el de los que intentamos seguir viviendo en catalán en nuestro propio país. Admitamos que, por mandato democrático, la política lingüística de la Generalitat discrimina el castellano, y expliquemos por qué. NO ES TAN DIFÍCIL. Cuando hay dos lenguas y se decide favorecer a una de ellas, inevitablemente se perjudica a la otra (aunque se respeten los derechos individuales). En nuestro caso, se favorece el catalán porque es nuestra lengua propia, y porque está en desventaja por razones históricas, demográficas y de mercado. Se favorece el catalán no para acabar con el bilingüismo, sino para garantizarlo, pues, hoy por hoy, los únicos bilingües son los catalanohablantes. Se protege el catalán, como España - con menos motivo- protege el castellano. La cuestión es que, para Telemadrid, el catalán no merece en Catalunya la misma consideración que el castellano merece en España. Porque creen que es una lengua local, inservible, que debe dar gracias por seguir existiendo y - sobre todo- no debe molestar. El español es la lengua que considerar porque es la lengua común de la nación española. Que no nos engañen: se trata de eso, y no de los derechos individuales; en caso contrario, no se exigiría sólo escuela en castellano para los inmigrantes argentinos (como hacen los autores del documental) sino también en árabe para los marroquíes. ¡Hipocresía! es lo que ofrecen. Y frente a ella: ¡Sinceridad! La sinceridad es la única vía para obtener, al fin, un poco de respeto.
miércoles, abril 18, 2007
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