viernes, febrero 02, 2007

Xavier Navaza, Y despues del 27-M, ¿que?

sabado 3 de febrero de 2007
POR XAVIER NAVAZA
corresponsal en galicia
Y después del 27-M, ¿qué?
Lo del ex conselleiro Juan Miguel Diz Guedes es algo así como una OPA amistosa contra el PPdeG: aspira a hacerse con las acciones municipales que la formación que lidera Alberto Núñez Feijóo posee en la ciudad de Tui, pero sin que corra la sangre ni tengan que intervenir los cascos azules allí. Uno no sabe qué será peor: que te arranquen el oremus con una sonrisa en los labios -como pretende Diz Guedes- o que te hagan lo mismo en medio del fragor de la batalla.
Al menos, en este último caso, siempre te queda el recurso de la ira, que trae consigo un desahogo: un suspiro de alivo, porque te han matado, sí, políticamente hablando, pero antes de irte has dejado un montón de caídos sobre ese campo de Marte que son los comicios locales en la tierra del minifundio. O sea, que lo que más teme Núñez Feijóo es la sonrisa de Diz Guedes y esa mirada semivelada por el sol que se alza en el horizonte de Tui.
Algunos le recordamos como secretario de Organización de Manuel Fraga y en comandita con Xosé Cuiña, cuando el barón del Deza era secretario general del PPdeG, poniendo mayorías absolutas en la bandeja de credenciales del veterano león de Vilalba. Lo hacían tan bien y parecía tan fácil aquello, que los que venían detrás e iban a segarles la cabeza a ambos creyeron que si Cuiña y Diz podían, ellos también. Después, como ya saben, se vio que no.
Tanto Diz como Cuiña proceden de las primigenias candidaturas independientes que polarizaron la atención de la democracia municipal, cuando en este país no se sabía muy bien en qué consistía aquello de ser alcalde pasado por las urnas: días en que aún cundía el aroma crepuscular de la tríada del tardofranquismo: la familia, el sindicato y el municipio, y la derecha luchaba contra sí misma en dos organizaciones (UCD y los populares) que en realidad era lo mismo pero que de aquélla ni ellos mismos lo sabían.
Esto, que no son más que lembranzas, no quiere sugerir que Cuiña esté pensando en algo parecido a lo que ha decidido poner en marcha Diz Guedes, pero nunca se sabe. De entrada, el ya menos joven Diz ha aclarado que su candidatura (Tudenses Unidos Independientes, TUI) no va contra nadie. Incluso va un poco más allá e insinúa que, tras los comicios de la próxima primavera (27 de mayo), aspira a ponerse de acuerdo con el PPdeG para darle la máxima estabilidad posible al gobierno local de su ciudad. Por eso, precisamente, se puede decir que estamos ante una OPA amistosa, pero OPA al fin y al cabo.
La estrategia de Diz -si a lo suyo se le puede aplicar un concepto así, eminentemente bélico- busca la corrección de algunos de los errores de bulto que Núñez Feijóo y su ejército de renovadores cometió durante el breve pero implacable período que dio paso a la sucesión de Fraga Iribarne al frente del PPdeG. Entre ellos, la marginación, con ansias de ostracismo al viejo estilo, de figuras de la fronda política cuya biografía está muy lejos de haber finalizado. Y si Diz Guedes lo consigue, es literalmente inevitable que la cosa vaya a más después del 27-M.
FRASES QUE HICIERON HISTORIA
Qué error, qué inmenso error
Alfonso Rueda, secretario general del PPdeG, sostiene que Juan Miguel Diz Guedes "comete un error". Bueno, ya se verá. No vaya a ser que suceda como con aquella célebre frase de la Transición: "Qué error, que inmenso error", que Ricardo de la Cierva pronunció para referirse a Adolfo Suárez. Hoy debe de ser el día en que don Ricardo aún sigue rumiando el infortunio de sus palabras. Don Alfonso, al que no llamaré bisoño otra vez porque se cabrea muchísimo, debería mirar hacia Ourense, donde Xosé Luís Baltar acaba de poner un enigma sobre la mesa: "Tras el 27-M podremos vislumbrar qué puede pasar con el PPdeG". Casi lo mismo que suena en Tui .

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