jueves, febrero 01, 2007

Xavier Navaza, Robles, ¿la cabeza del Bautista?

viernes 2 de febrero de 2007
POR XAVIER NAVAZA
corresponsal en galicia
Robles, ¿la cabeza del Bautista?
Carlos Aymerich, diputado del Benegá y uno de los picos de oro de la Casona del Hórreo, le ha hecho un apaño al camino que el conselleiro de Innovación e Industria, Fernando Blanco, ha de recorrer el próximo miércoles, día 7, en el Madrid de los Austrias, para reunirse con el presidente de la SEPI.
A juicio de don Carlos, Enrique Martínez Robles debe ser cesado por haberle ocultado a Galicia y a su castigado sector naval la existencia de informes secretos de la Unión Europea que condenan a buena parte de sus astilleros al ostracismo durante una década.
Ésa será la tarjeta de presentación que don Fernando entregará nada más entrar en la sede de la poderosa Sociedad Estatal de Participaciones Industriales. Y por encima, otro diputado del Bloque en Compostela, cuyo nombre y primer apellido coinciden con los del conselleiro, va y sostiene ante los chicos de la prensa que maese Robles "es un trilero" y "un mentiroso". Así se hacen amigos en el laberinto.
Los nacionalistas van un poco más allá e incluso le exigen al premier galaico, Emilio Pérez Touriño, que en la cita que tiene con José Luis Rodríguez Zapatero el martes, día 6, le pida al inquilino de La Moncloa la cabeza del titular de la SEPI. Como si ZP tuviese tanto poder: "No ejerza usted de representante de Zapatero en Galicia", le dijo ayer Aymerych a don Emilio.
Pero no podrá ser: la cabeza de maese Robles no será la testa del mítico Bautista, sencillamente porque no hay una sola Salomé que pise moqueta en los pasillos del poder y tenga arrestos para conseguir semejante trofeo. ¿Por qué? Sencillamente porque el jefe de la SEPI está ahí porque así lo quiere el superministro de Economía, Pedro Solbes, el único que es capaz de desmentir públicamente a ZP y salir indemne de la peripecia.
Créanlo, el joven presidente leonés es incapaz de tocarle un pelo al cerebro de las finanzas de este complejo y casi siempre enojado país. Y no será Touriño quien le pida semejante cosa.
Con estas cosas se va calentando el ambiente general de cara al debate que la semana que viene tendrá lugar en la Cámara de Galicia. Otra vez, el fracaso de la reforma estatutaria y los flecos que deben de haberle quedado a sus señorías después de año y medio de desencuentros, trampas y señuelos que si a algún lugar deben conducir no es precisamente al consenso. Ayer, en los estudios de Correo TV, el propio Aymerich -en compañía del popular Xosé Manuel Barreiro y el socialista Xoaquín F. Leiceaga- llegó a la sana conclusión de que todo está imbricado entre sí: las paradojas del sector naval, la cuota láctea, la presencia de Galicia ante la UE, los trenes de alta velocidad y la modificación de nuestra Carta Magna... todo está interconectado y da forma al inaprensible e inacabado puzle que perfila el cuerpo del finisterre de la Unión. Con lo cual hemos de esperar que las discusiones del próximo miércoles en la Casona irán más allá de la mera reforma para convertirse, cuando nadie esperaba una cosa así a comienzos de año, en un debate sobre el estado de la nación.
EL AVE INTERMINABLE
Las agendas del poder las carga el diablo
A Alberto Núñez Feijóo, líder del PPdeG, le consta que las agendas del poder -el calendario que establece el ritmo de las grandes obras- las suele cargar el diablo. Por eso le ha pedido a Emilio Pérez Touriño que le arranque a José Luis Rodríguez Zapatero un pacto de Estado, jalonado por fechas concretas, para poner en negro sobre blanco las obras del interminable AVE en nuestra tierra. Hagan la prueba y busquen a un presidente que haya hecho semejante cosa en este país .

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