Roberto Perez, Mayol-mente mucha jeta

viernes 9 de febrero de 2007
Mayol-mente mucha jeta
POR ROBERTO PÉREZ
La vida es un tango, pero los hay que se hacen colegas de la orquesta y bailan que es un primor. En Barcelona hay una pareja de baile que se las pinta. La teniente de alcalde, Imma Mayol, la chica «antisistema», la compi de los «okupas»; y Joan Saura, el compi de la compi de los «okupas», que por eso de rizar el rizo en ese pintoresco tirabuzón del tripartito ocupa la Consejería de Interior. Eso sí es un círculo cuadrado.
Mayol y Saura deben despertarse con ritmo, porque dan juego, la verdad. Bien de mañana, como los cumplidores. Que hoy defiendo a los majetes que trincan una casa; que mañana defiendo la legalización de las drogas; que hoy bailo un cha-cha-chá y mañana un pasodoble. No, perdón, pasodoble no, que suena muy español.
Lo de la tierna pareja es, «Mayol-mente», mucha jeta. No está mal declararse «antisistema, feminista» y muy progre de muy izquierdas chupando del mismo bote al que das patada va y patada viene con verbo ágil. No está mal, «compañeros de lucha». Porque, según publicaba hace unos días ABC, entre Mayol y Saura se levantan cada año, bien despiertos, 225.000 euros del ala gracias a ese sistema tan rancio que la fémina cuestiona con desparpajo.
Esto, en mi pueblo, se llama tomar el pelo sin tiento, pero con jeta. Porque esa glosa de bisagra política que es ICV, controlada por ambos con el mismo primor que bailan el sistema-antisistema, no pierde ripio en ocupar gobiernos, el de Barcelona y el de la Generalitat. Algo debe tener el despacho, que les compensa, pobres, tanta mala sangre que debe hacerles cruzar su puerta cada mañana, y entrar en el coche oficial y cobrar a fin de mes. Mayol y Saura se merecen un monumento, por estoicos, por sufridos, por obligados a no ser austeros con lo que les gusta la raspa de la sardina en vez del lomo del besugo.
Doy por hecho que, además de haber dejado claro que defienden a los que ocupan propiedades ajenas, tendrán marcados día y hora, a fin de mes, para repartir en buena armonía parte de sus jugosos ingresos. Si no lo hacen es porque andan liados luchando contra el sistema. Pobres. Qué pintorescos.