jueves 8 de febrero de 2007
Estadística y protección social: uso y abuso
JON OLASKOAGA LARRAURI/PROFESOR DE LA UPV-EHU Y COLABORADOR DE EUSTAT-INSTITUTO VASCO DE ESTADÍSTICA
Goldratt sostiene que los datos sólo se convierten en información cuando se utilizan para emprender una acción. En ocasiones esa acción consiste simplemente en formarnos una opinión, y es entonces cuando se observa con claridad intuitiva la diferencia entre los datos y la información porque, ¿de quién decimos que es una persona informada? ¿De la que retiene infinidad de datos, o de la que utiliza los adecuados para formarse una opinión?Eustat-Instituto Vasco de Estadística es, como toda oficina estadística, una gran fábrica de datos que se convierten en información cuando los poderes públicos los emplean para diseñar sus políticas, pero también cuando un ciudadano cualquiera se forja una opinión sobre un tema particular. Un buen colega afirmaba que la principal virtud de la estadística oficial consiste en democratizar el acceso a la información, en situar a poderes públicos y ciudadanía en un plano de igualdad, ambos con la misma posibilidad de valorar las decisiones políticas. Así de importante es la labor estadística, y también así de delicada porque, como comprenderán, cuando se publica información estadística no se puede controlar el modo en que los datos son empleados para construir opiniones o influir en ellas.Tomemos un caso concreto que ilustre estas ideas. El Consejo Económico y Social Vasco ha hecho público un informe de título 'La protección social como elemento clave de la política social de la UE y de la CAPV'. El tema no puede ser más pertinente. El gasto en protección social ofrece una medida de la extensión de la solidaridad en una determinada comunidad, recogiendo en una única magnitud el gasto en pensiones, la asistencia sanitaria pública, los subsidios de desempleo, el gasto en residencias públicas para ancianos y, en general, todas las acciones que desde lo público o lo privado contribuyan a mejorar el bienestar de los ciudadanos, protegiéndoles de determinadas contingencias y actuando siempre bajo el principio de la solidaridad extrafamiliar. La extensión del gasto social es un rasgo que identifica a las sociedades modernas, como lo son la libertad de empresa o la democracia parlamentaria. El objetivo que se plantea el informe del CES es «analizar el nivel de protección social en la CAPV ( ) y compararlo con el existente en el Estado español y en el conjunto de la Unión Europea». Desde este punto de vista, el informe tiene como virtud que reúne una ingente cantidad de datos dispersos y, como inconvenientes, que todos esos datos se encuentran escasamente sistematizados y que el análisis que se promete en el objetivo brilla por su ausencia. Si tuviera que evaluar el informe diría que es incorrecto por incompleto, problema que no sería grave si el informe recogiese todo lo esencial; pero el hecho es que olvida aspectos tan importantes que sin ellos es imposible formarse una opinión cabal sobre la protección social en Euskadi. De todos los datos del informe tan sólo dos pueden servir para valorar el desarrollo relativo de la protección social en Euskadi: el gasto social en porcentaje del PIB y el gasto en políticas activas de empleo. El resto atiende a una finalidad descriptiva, pero no sirve como base para ningún tipo de comparativa internacional. Además, si se tiene en cuenta el escaso peso de las políticas activas de empleo en el gasto social, podría decirse que la totalidad de las consideraciones del informe se fían al dato de la proporción del PIB dedicada al gasto social o 'esfuerzo'. De él se extraen conclusiones tan contundentes y definitivas como que «el gasto en prestaciones sociales efectuado en la CAPV en 2003 es uno de los menores registrados en la UE. Sólo es superior al de Irlanda». Imagínense que celebran su cumpleaños y que a la hora de la merienda se encuentran con algunos conocidos que no habían sido invitados. Como ustedes quieren llevarse bien con todo el mundo reservan una parte de la tarta para estos asistentes inesperados. Ahora bien, ¿están siendo ustedes suficientemente generosos? Para responder a esta pregunta los autores del informe del CES calcularían, en porcentaje, la porción de tarta destinada a estos comensales. Sin embargo, ese dato no nos dice si han quedado satisfechos. Esto último depende de las dimensiones de la tarta, del número de asistentes inesperados y, naturalmente, del apetito que trajeran de sus casas. El informe del CES señala que el gasto en prestaciones sociales en Euskadi ocupaba en 2003 el 18,8% del PIB, frente al 19,2% en España. Lo que no dicen sus autores es que el gasto por habitante era en Euskadi de 4.436 euros por persona, frente a los 3.609 de España. Tampoco se señala que cuando el mismo sistema de protección se aplica en dos poblaciones distintas, una más próspera que la otra, lo lógico es que en la comunidad más rica el gasto social por habitante sea mayor y su peso en el PIB, menor. Esto se debe a que el grueso de las instituciones de protección social reparte recursos de manera menos que proporcional a la renta de sus beneficiarios. Así, en 2001 el gasto en proporción del PIB fue menor en comunidades ricas como Navarra, 17,1%, Cataluña, 17,3%, o la propia Euskadi, 18,0%, todas ellas por debajo de los valores nacionales, 19,0%; y mayor en otras menos afortunadas, como Andalucía, 23,5%. Justo al contrario de lo que sucedía con el gasto por habitante que fue mayor en Navarra, 3.390 euros, en Cataluña, 3.414 euros, y en Euskadi, 3.830 euros, que en España, 3.171 euros, o en Andalucía, 2.731 euros. Estos datos, que los autores del informe del CES parecen desconocer, ilustran un patrón que se reproduce en todos y cada uno de los años para los que se dispone de información. Por cierto, el gasto social por persona es mayor en Euskadi que en cualquier otra comunidad autónoma de la que se tenga información y supera al de Irlanda, Grecia, España y Portugal. Además, si en 1995 se hallaba 45 puntos por debajo de la media Europea, en 2003 esta diferencia se había reducido a un 33%. ¿Debemos extraer de estos datos una conclusión diametralmente opuesta a la que se expone en el informe del CES? ¿Tómense un minuto antes de responder! Si su respuesta es afirmativa, deberían leer de nuevo este artículo desde el comienzo. Por eso espero que muchos de ustedes hayan dado una respuesta más cautelosa; del tipo: 'no necesariamente'. El caso es que el gasto por habitante nos dice algo, pero no mucho, de cómo quedan atendidas las necesidades sociales en cada país. Por ejemplo, el informe del CES casi estigmatiza la situación de Irlanda porque su esfuerzo es el menor de Europa, pero no tiene en cuenta que Irlanda es un caso único por el rápido crecimiento de su economía en los últimos años, por su baja tasa de desempleo y porque la juventud de su población significa una menor demanda de pensiones que en otros países. Otro ejemplo; de acuerdo con el criterio del CES, el gasto en desempleo de Luxemburgo alcanza un valor raquítico, el 1% de su PIB, muy por debajo del español o del vasco. Y, no obstante, el parado promedio en Luxemburgo recibía la friolera de 39.042 euros anuales en 2003. Muchas personas que conozco preferirían ser parados luxemburgueses que empleados españoles. Lo curioso es que los autores del informe no hayan empleado estos y otros indicadores que Eustat publica en su Cuenta de Protección Social y hayan preferido limitarse al indicador de esfuerzo. También los niños, en sus dibujos, pintan el cielo de un solo color; y se trata a veces de bonitos dibujos, pero nunca serán fieles representaciones de la realidad. Concluyo con una reflexión: el debate sobre los niveles de protección social en Euskadi se encuentra, todos lo sabemos, políticamente mediatizado. La calidad de este debate no mejorará con afirmaciones rotundas ni con discursos inspirados, sino con una información más completa en manos de los políticos y de la ciudadanía, que permita tanto a los unos como a los otros formarse una opinión. Me propongo colaborar en ese sentido y estoy seguro de que otras instituciones, incluido el propio CES, lo harán también en el futuro.
miércoles, febrero 07, 2007
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1 comentario:
Por fin alguien habla claro sobre este asunto
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