Erica Ortiz, "El Mundo" reta a Prisa y dos paridas desde Cataluña

Erika Ortiz, "El Mundo" reta a Prisa y dos "paridas" desde Cataluña
Manuel Ortega

Internet volvió a liderar en la sorprendente muerte de la hermana de Doña Letizia; un "The Times" desmemoriado no se baja de la burra; y la chocante irrealidad de algunos.

8 de febrero de 2007. Un suceso como el fallecimiento de Erika Ortiz volvió a mostrar donde está el futuro, y es que la Red dio un nuevo ejemplo de rapidez a la hora de informar. Por desgracia, no era una noticia agradable la que tocaba dar. Pero es en circunstancias como la vivida el miércoles cuando se demuestra dónde está el recurso de los ciudadanos cuando buscan información inmediata. Internet, como dice un buen amigo que lleva unos cuantos años batallando la prensa de papel, es el futuro. Y el presente, habría que añadir.No obstante, la muerte de Erika Ortiz tiene otros planos, y uno de ellos el periodístico-familiar. Sorprende, por cierto, el escaso conocimiento mediático de aquellos que elaboraron el comunicado sobre su defunción. Esas palabras de "respeto y prudencia" sólo han contribuido a liar un fallecimiento poco claro, conduciéndolo por el camino de lo que usted, lector, y yo estamos pensando."El Mundo", de tú a tú con PrisaUnedisa, la editora del diario que dirige Pedrojota Ramírez, va a poder hablar prácticamente de igual a igual con su competidor, el emporio mediático de Jesús Polanco. En la tarde del miércoles fue proclamada la que era una crónica anunciada, aunque con un leve –e importante– matiz: Unedisa no entra en el Grupo Recoletos, sino que lo absorbe. Hablando claro: los italianos de Rizzoli comprarán el cien por cien de la empresa de Jaime Castellanos por valor de 1.100 millones de euros. El control de la misma quedará en manos de su división española. O, lo que es lo mismo, en las de Antonio Fernández Galiano y el propio Pedrojota.Era algo cantado. El Mundo ha caminado desde hace años hacia la construcción de un grupo que pudiese hablar de tú a tú con Prisa, y camino de ello va. La absorción de Recoletos supone controlar cabeceras como Actualidad Económica, Diario Médico, Gaceta Universitaria y dos joyas de la corona como son el económico Expansión y el deportivo Marca. A lo que hay que añadirle Radio Marca y Veo TV, hasta ahora participadas mutuamente. Ahora piensen en lo que supone, empresarialmente hablando, el control de todo este tinglado, y súmenle El Mundo, las revistas de Unedisa, su división audivisual y una editorial como La Esfera de los Libros. Simplemente, tela marinera. Si Pedrojota era ya importante, ahora va a ser el rey del mundo.The Times, typically britishDespués del lío armado con la publicación de la entrevista al etarra Juan Ignacio de Juana Chaos, el rotativo londinense propiedad del magnate Rupert Murdoch –el patrón de José María Aznar– publicó un editorial al respecto y su director salió al quite. La excusa ya la hemos oído otras veces: una mezcla de interés periodístico aderezado con esa costumbre tan británica de decir al resto del mundo lo que tiene que hacer. Typically… ya saben. Los mismos que llaman grupo separatista a ETA son aquellos que se exaltaban si se daba ese apelativo al IRA. Y eso que, guste o no, la situación no era la misma ni a años luz. De eso, si quieren, hablamos otro día. Pero de la entrevista de marras aún queda qué decir.Por ejemplo, saber cómo fue conseguida. Ahí, justo es reconocerlo, la responsabilidad no está en el periodista de turno. Un buen reportero debe perseguir la noticia, al fin y al cabo. Más bien debería recaer en quienes han dispuesto la seguridad del etarra en el Hospital. Al fin y al cabo, Interior, especialmente Instituciones Penitenciarias, hubiera debido definir el estatus de De Juana. Así se habrían evitado situaciones comprometidas.Parida número 1Esto de De Juana da mucho que hablar, pero también de qué hablar. En Barcelona hemos tenido que ver a un Joan Laporta intentando arreglar el desaguisado de su jugador Oleguer Presas tras publicar un artículo en el semanario La Directa, reproducido por Berria -sucesor de Egunkaria, recuerden–, donde el angelito se despachaba a base de bien con la excusa de reflexionar sobre la independencia judicial y tal.Nada de que asustarse si se conoce el historial de Oleguer, un tipo capaz de escribir que "cuando Carrero Blanco ganó el concurso de salto de altura parecía que todo daría un giro definitivo, que muerto el perro, muerta la rabia, pero la casa quedó igual". Ya demostró lo que era con aquel panfleto que, para desgracia de Ulises, llevaba el nombre de su isla en el título: otro resentido de esa especie juvenil que se lamenta de no haber podido luchar contra el generalito ferrolano. Un fulano –lo que me viene a la mente vulnera las normas de estilo de esta casa– del que todavía estamos esperando una condena al atentado de la T-4 en vez de tanto lloriqueo por el asesino de veinticinco personas.Parida número 2Desde la Ciudad Condal también nos llegó otro iluminado más, éste desde las páginas de la edición catalana de El País: José Antonio González Casanova. Bajo el título ETA y PP, la pareja suicida, el catedrático de Derecho Constitucional de la UAB se despachaba con un artículo lleno de odio que comenzaba así:"En estos días hemos asistido al suicidio político de ambos polos del antisistema democrático, emparejados en ser derechas extremas, pues les une idéntica mentalidad totalitaria, so capa en el PP de falso afán liberal y, en ETA, de nacionalismo".Toda una declaración de principios remachada con un dibujo mostrando los anagramas de ETA y PP podridos y llenos de gusanos. González Casanova, además, nos aporta visiones históricas de lo más novedosas, como que "liberales y carlistas impidieron la democracia española durante el siglo XIX y, unidos al golpista de Franco, la erradicaron en el XX por las armas". E incluso finos análisis de la actualidad como al afirmar que "el Gobierno actual, firme frente a la violencia". Y claro, para terminar que ya se sabe dónde está el enemigo, porque "los demócratas acabaremos venciendo a nuestros dos enemigos parejos más antiguos y tercos". Pueden comprobar cómo poseer una cátedra no exime de ser conquistado por la estulticia. Pero cuando a ella se une el ridículo, apaga y vámonos. Lo peor es que ese sujeto escribe libros y puede que incluso dé clases. Miedito…