jueves, enero 22, 2009

Jose Melendez, La solucion de ZP a la crisis es Obama

jueves 22 de enero de 2009
La solución de Zapatero a la crisis es Obama

José Meléndez

D ESPUÉS de cinco años esperando la llamada telefónica de George Bush y de no haber conseguido poner un pie en la Casa Blanca, la elección de Barak Obama ha sido acogida por José Luis Rodríguez Zapatero con la misma alegría que un condenado recibe la noticia de su amnistía. Y desde entonces no deja pasar ocasión de elogiar al nuevo presidente norteamericano y de expresar su convencimiento de que viene a arreglar los grandes problemas que tiene el mundo.

Estos problemas se multiplican en lo que atañe a España y la gestión de Zapatero para atajarlos o, por lo menos, para intentar arreglarlos es cuando menos desilusionante y chapucera, porque cuando la crisis económica comenzó a mostrar sus fauces, Zapatero andaba metido en la campaña electoral y se negó a reconocerla, asegurando que la economía española era lo suficientemente pujante para hacer frente a coyunturas adversas. Su negación de la crisis, ayudado por sus acólitos Pedro Solbes y María Teresa Fernández de la Vega fue tan tajante que llegó a tachar de antipatriota a Mariano Rajoy cuando le advertía de lo que se nos venía encima. Así, para Zapatero y su gobierno la crisis fue primero desaceleración, después enfriamiento y, finalmente, las consecuencias de una errónea política financiera internacional. De un superávit en las cuentas públicas de 28.000 millones de euros a principios del años pasado, lo que le llevó al regalo de los famosos 400 euros porque dijo que era justo que el superávit beneficiara a los ciudadanos, se ha pasado a un déficit de mas de 18.000 millones de euros, que es el 3.5 por ciento de la deuda que excede el límite que admite la Unión Europea como tolerable. ¿Se acuerdan cuando nos repetía una y otra vez que España había superado a Italia n el PIB?-.Pues ahora ha superado a Grecia y Portugal, pero para abajo y la agencia Standard&Poor´s ha rebajado la calificación crediticia de España de las tres AAA a dos. S&P justifica su decisión en que las finanzas españolas sufrirán por un largo plazo por la recesión y añade que las políticas puestas en práctica por el gobierno son insuficientes para afrontar de forma efectiva los desafíos que se presentan.

Esto dificulta la concesión de préstamos al gobierno español que, por otra parte, no harían más que engordar la deuda externa. En un nuevo ejercicio de tratar de desvirtuar la realidad, el vicepresidente económico Pedro Solbes empleó su mas beatífico tono para asegurar que la nueva calificación de España representa “un notable alto o un sobresaliente bajo”. Eso lo dice un hombre que viene equivocándose sistemáticamente en sus previsiones, consciente o inconscientemente. Su última equivocación ha sido de este lunes. Quizá porque ya sabía lo que el comisario económico de la Unión Europea, precisamente el socialista Joaquín Almunia tenía preparado, quiso alertar al público español lanzando unas cifras que rebajaban las que Almunia ofreció después y que son sombrías para España porque pone el crecimiento español en un 2 por ciento y la tasa de paro en un 15.1 por ciento para este año y un 18,7 por ciento en el 2.010, lo que significará más de 4 millones de parados..

Sin embargo, Zapatero sigue afirmando que a finales de este año comenzaremos la recuperación, confiando para ello que las políticas económicas de Obama surtan efecto. Y uno se pregunta, ¿qué tiene que ver Obama con la política económica española? Pero es que nuestro presidente se agarra cualquier cosa cuando ya se queda escaso de excusas. Y si quiere usar a Obama como ejemplo a seguir no tiene más que fijarse en su discurso de investidura. El nuevo presidente llega al mando de la nación que lo ha elegido sin esconder la cara, pintar panoramas idílicos o minimizar la crudeza de la situación. “Estamos en crisis y en guerra”, dijo y pronosticó una larga lucha para poder dominar estos difíciles momentos. A Zapatero, en el balance de año que hizo apenas un par de meses sólo le faltó decir “Estamos en Jauja” o “Están ustedes en Babia” y pasó a enumerar sus logros, tan pírricos que tuvo que rellenarlos con los laureles conseguidos por nuestros deportistas en el pasado año.

Y ante esto, vuelve a surgir el dilema que ya se están preguntando muchos desde hace tiempo. ¿Es Zapatero un optimista compulsivo o es un pillo que no para en barras para engañar al personal? Porque el rebajar las previsiones económicas cuatro veces en un año, el poner a la crisis unas fechas de caducidad que son inexorablemente rebasadas y el desfigurar u ocultar cifras tan alarmantes como el déficit público, el descenso de la producción industrial en un 24 por ciento (ya no es solamente el ladrillo el que se ha dado el batacazo), y el paro que afecta ahora mismo a cerca de 3 millones y medio de personas induce a pensar que el propósito de estas maquinaciones es el de engañar a los españoles.
http://www.vistazoalaprensa.com/firmas_art.asp?id=5023

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