jueves, enero 29, 2009

Ladron de Guevara, Hégira fundamentalista

jueves 29 de enero de 2009
Hégira fundamentalista

Ernesto Ladrón de Guevara

M E cuentan que en uno de los partidos del tripartito nacionalista gobernante, en eso que llaman Euskadi, a la vista de las dudosas posibilidades de supervivencia política y más que reducidas posibilidades de reproducir la fórmula de gobierno actual, están colocando de forma sospechosamente anómala a su gente en puestos preeminentes de la Administración, en vacantes de plantilla. Aquí el que no corre vuela. Y los demás a hacer oposiciones… El que venga después a ver cómo se las apaña con este percal…

La verdad es que tampoco es ilusionante la posibilidad de gobierno mixto con el PNV abierta por los socialistas, -no lo dicen, pero otra previsión es un insulto a la inteligencia conociéndoles-. Patxi (López) ya ha anunciado su intención, por ejemplo, de alcanzar un pacto educativo. Y esa música me suena, es un vals donde el que marca el ritmo y el paso es el PNV. Más de lo mismo. El consenso suele ser perverso en muchas ocasiones, pues arrasa derechos fundamentales de las personas en aras de la bondad del pacto político. Casos los hay para escribir varios tratados. Previo a cualquier pacto están derechos primigenios invulnerables. Pero no suele ser así. No hay más que mirar hacia Cataluña y Galicia, por no hacerlo en los antecedentes de gobiernos de coalición en Vascongadas.

Más de lo mismo es, por ejemplo, que la mayor empresa de Euskadi, Osakidetza, con 22.000 trabajadores, haya convocado una OPE para cubrir 2.359 plazas. Hasta ahí bien. Lo que pasa es que en el baremo de méritos saber euskera para plazas de médico supone diecisiete puntos, mientras que un doctorado cum laude se valora con seis. Es decir que, puede ocurrir que tras esta oferta de empleo cuando vayas a consulta médica se encuentre uno con una persona que te explica el diagnóstico en el habla del diez por ciento de los alaveses pero no sepa qué darte para la úlcera; o que en lugar de extirparte el apéndice intestinal en grado de perforación te pegue un tajazo en la próstata, eso sí, en perfecto batua.

Hoy mismo resulta que se retrasan operaciones por falta de anestesistas, y hay colas interminables para que te examine uno de los pocos oftalmólogos de la plantilla. La mayoría de los especialistas optan por irse ante esta matraca inaguantable de la presión lingüística y, no se sorprendan… se están pidiendo especialistas a países del extranjero. Lo que no sabemos bien es si a éstos se les va a exigir el conocimiento de la lengua de Sabino Arana; con lo que podría darse el caso de que a los propios se les esté haciendo la pascua y a los ajenos se les traiga bajo palio. Y lo curioso es que, también, tomen buena nota, en Álava, provincia puntera en servicios sanitarios y educativos en la etapa preconstitucional, hay los mismos hospitales que hace treinta años, cuando el hecho es que la población se ha duplicado. Este articulista tuvo la ocasión de plantear alguna moción parlamentaria hace cuatro años para instar a la construcción de un nuevo hospital, y socialistas y nacionalistas unieron esfuerzos para abatir la propuesta. Por eso, no soy de esos que tienen una ingenua ilusión infantil de que ganen los seguidores de Patxi. Ya les conozco porque, incluso, compartí cocina y plato en otras épocas más benignas.

No hay más que ver lo que dijo hace unos días el parlamentario José Domingo, de Ciudadanos, en Cataluña. Merced a ese cordobés catalanizado que preside la Generalitat la inversión extranjera ha caído de forma apabullante en su Comunidad mientras se abren embajadas en el extranjero, no sabemos muy bien para qué. El clima industrial ha caído un 20 %, por encima de las ratios de otras comunidades, respecto al 2007. Los empresarios foráneos consideran que Cataluña no es un buen sitio para invertir por estas razones, entre otras: una política institucional deleznable, intervencionista y bananera; una persecución a la lengua del conjunto de los españoles sean catalanes o no; un sistema educativo deplorable; y un sesgo político ultramontano y fundamentalista. Eso es lo que hacen los émulos de Zapatero.

Pero, seguramente a ZP eso no le interesa a efectos de la crisis económica, pues, como dijo el otro día en un programa-show de TVE contestando a las preguntas de ciudadanos: “La crisis tiene comienzo y tiene final”. Gran hallazgo filosófico. ¿Para qué queremos a Platón?

http://www.vistazoalaprensa.com/firmas_art.asp?id=5031

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