viernes 16 de enero de 2009
Estado felizmente finiquitado
Ernesto Ladrón de Guevara
P OR fin se acabó el Estado español. Sí, como me leen, se acabó. Ahora estamos en otra cosa. No se como llamarla… ¿confederación de estados nacionales de Iberia? Parece que suena bien: CENI. ¿O le llamamos Ibergaleuscat? Quizás demasiado largo.
Lo que no acabo de entender es qué pinta un rey en un pluriestado confederal, si no hay nada que arbitrar ni que coordinar. Ni tampoco creo que cuando haya un incendio que trascienda el ámbito territorial de una autonomía tenga que ser apagado, pues va a ser un lío. Por ejemplo, si se queman los montes de Vitoria que lindan con Treviño, ¿quién apaga el fuego, Castilla-León o Euskadi? Lo mejor es que se queme y así no hay líos. Lo mismo cuando hay un bloqueo en la carretera como estos días pasados o se cubre de nieve un aeropuerto como el de Barajas, ¿quién lo resuelve, la Comunidad de Madrid o Iberia? Y la verdad es que tampoco entiendo para qué sirve un ministerio de Fomento con esta estructura de poder territorial. Podríamos poner diferentes anchos de vía para cada comunidad autónoma, y que los transportes terminen allí donde alcanza cada una de ellas. Al fin y al cabo… ¿para qué comunicar los diferentes poderíos feudo-locales, si no necesitamos hablar otra lengua que la de cada espacio autonómico? ¿Y para qué queremos aviones? Los ciudadanos tienen una maldita manía de ir de un sitio para otro que es un fastidio. No se hace más que ensuciar la atmósfera con humos, y gastar dinero que no es momento muy propicio para ello.
Y así, no discutimos sobre nuestra soberanía energética ni sobre la necesidad de la energía nuclear. Compramos a Francia la electricidad, a Argelia o a Moscú el gas y el petróleo y ¡ala! (que no es lo mismo que Alá), ya nos lo dejarán arregladito los países árabes que para eso estamos dando nuestro “do” de pecho con manifas antisemitas y regañinas a Israel. Ya nos hemos portado. Y si las empresas tienen unos altos costes de consumo energético que se fastidien y que pongan las máquinas a pedales que eso de la competitividad es cosa de burgueses capitalistas.
Pensándolo bien, resulta atractivo ese anuncio de que Dios probablemente no exista, pues la moral es cosa de ñoños y muy poco práctica. Aunque, claro, eso de la probabilidad no parece que tenga que ver con los dados: si sale uno hay Dios, si sale dos no lo hay, si sale tres puede que sí o puede que no, etc… Yo que las autoridades educativas sustituiría la asignatura de Educación para la Ciudadanía por otra que se podría llamar por ejemplo…, no sé… “Historia del iluminismo masónico” o algo por el estilo. E introduciría entre los enseñanzas un empirismo social pragmático basado en la eutanasia para reducir las cargas a la Seguridad Social y así sanearla pues están bajando en picado los ingresos al elevarse espectacularmente el paro; y los abortos a la medida de la cliente/a pues al fin y al cabo cada uno puede hacer con su cuerpo lo que quiera, incluida una operación de reducción de masa encefálica, que pesa demasiado, ¿o no?
Bueno… y en el orden de la economía, lo mejor es promover la máxima acumulación de capitales, no sea que el común de los mortales se acostumbre a la buena vida. Por eso es bueno que la gente se hipoteque, pues mientras se devana el seso en cómo llegar con las sobras a pagar el dodotis de la abuela, la papilla del nene y la factura in crescendo de la luz no piensa en otras cosas, y así no sufre innecesariamente por la marcha del País, y sigue votando a ZP, o sea a Magdalena y otros cautivadores del espíritu. O sea, Señora Nebrera, no se le ocurra decir que la ministra del Fomento ese habla mal. ¿Pero... a quién se le ocurre? Eso se piensa pero no se dice. Claro… luego se extraña usted que sus compasss del PP le abran un expediente.
Joder…, y ahora dicen que hasta los jueces van a hacer huelga. Y la verdad es que para lo que sirven… ¿verdad, ZP? Eso de la justicia es una cosa anticuada que no sirve para nada. Lo mejor sería volver a aquellas épocas donde el que ocupaba el trono era el mismo que el que juzgaba, el que quitaba y ponía a la gente en los castillos, etc. Hay que ver lo que se ahorraría en gastos superfluos para así poder incrementar la bolsa de asesores y hacer un favorcillo a algún amiguete que está esperando algo cabreado porque no le ha caído nada.
Me han dicho que en mi ciudad, que en mis épocas jóvenes era levítica y militar, se van a vaciar los cuarteles. No porque no haya reclutas, sino porque se llevan a los militares. Y es que, claro… si no hay Estado para qué los queremos los vascos… Lo mejor es ir preparando el camino para que el Patxi López ese e Ibarretxe lleguen a una unidad de destino en lo universal para la gran Euskal Herria del futuro, y para eso cualquier recuerdo del pasado, incluido el de esos que se visten de caqui, sobra. Ahora que los jueces les han dicho con su sentencia que pueden en el futuro reunirse con cualquier partido terrorista ilegalizado ya tienen el soporte necesario para alcanzar la plena soberanía nacional. La de Euskadi, claro, ¿qué se creían?
Y colorín colorado este cuento se ha acabado, igual que la vigencia del Estado constitucional.
http://www.vistazoalaprensa.com/firmas_art.asp?id=5009
viernes, enero 16, 2009
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