miércoles, enero 21, 2009

Felix Arbolí, La foto de la guapa y las luchas cainitas

jueves 22 de enero de 2009
La foto de la guapa y las luchas cainitas

Félix Arbolí

O soy demasiado liberal o algunos son excesivamente pacatos o en todo esto no hay gato encerrado sino la ambición de una pantera que quiere colocarse a la cabeza de la política de un centro derecha que en manos de ella y sus promotores, se convertiría en una radicalización de todo lo que no es conveniente a la comunidad. Y en este caso, por partida doble, ya que tapujos y trapicheos a escala nacional tienen su origen en una Comunidad, la de Madrid, que no es mi tierra, pero sí mi residencia, con ánimos de ocupar la cabeza del partido y posteriormente intentarlo del Gobierno -¡Qué Dios nos coja confesados!.

¡Hay que ver lo que se ha armado porque Soraya Sáenz de Santamaría, la joven portavoz del Partido Popular ha concedido una entrevista de interés meramente personal y ha posado en una serie de fotos, que a mi particularmente me parecen estupendas y hasta le dan un aire fresco y grato al reportaje, sin rozar la provocación u obscenidad que algunos quieren indicar!. Si es una mujer joven, bonita, con la frescura característica de su edad y con la innata y graciosa picardía femenina, ¿ por qué tanto revuelo?. ¿Es que tenía que haber posado con misal y rosario en la mano y vestido largo hasta los pies y cerrado hasta la barbilla?. Es ganas de rizar al rizo. ¡Ya quisieran los promotores de esa campaña poder disponer de féminas que puedan posar de esa manera sin miedo al ridículo!. Para eso hay que tener menos años y una figura atractiva y lozana, que sus detractoras y detractores, así como los que obraron con mala fe y aviesas intenciones, no podrían realizar ya que a sus féminas hace bastante tiempo que se les fue el arroz, a pesar de su grotesco empeño en vestirse de muñeca. Como todos comentan, se trata de una rastrera trampa pronto descubierta que se les ha vuelto en contra a sus promotores, porque no han sabido camuflar lo suficiente sus intenciones.

El tema ha sido hasta debate en un programa de televisión, donde sólo intervinieron féminas, un error por parte de su organizador, y las peores críticas no fueron para la protagonista del reportaje, que era el tema debatido, sino para doña Esperanza Aguirre y don Pedro J. Ramírez, a los que acusaban sin el menor miramiento de ser autores de un acoso y derribo constante para lograr hacerse con el poder absoluto dentro del Partido Popular. No son palabras mías, sino las oídas en el programa. En el que asimismo destacaron el intento de desacreditar a los “Rajoístas” y “Gallardonistas”, que son los muros a derribar , por esa descarada y obcecada obsesión de doña Esperanza, (la auto considerada “lideresa de su partido”, según sus propias palabras), en alzarse con los resortes del poder gracias a las artes y oficios de su comprometido Pedro J. Ramírez, nuestro maquiavélico periodista político, que si antes se ufanaba de haber elevado a Aznar a la presidencia y luego de haberlo defenestrado, ahora tiene puesto su interés y el grueso de su artillería, en elevar a Esperanza a la cima del poder nacional. La más detractora con este director de periódico era María Antonia Iglesias y la más decididamente favorable a Soraya, Isabel Durán. Aunque todas coincidían en la teoría de la trampa y en que andaba por medio Esperanza, restándole importancia a la posible imprudencia de acceder a ese reportaje por parte de la dirigente pepeísta. Ante lo vertido esa noche en el programa, que me ha dejado totalmente desconcertado, he decidido dejar de comprar ése diario, a pesar de que llevaba leyéndolo desde su aparición y de hecho conservo sus primeros números.

En el debate televisivo del viernes, lo que parecía a priori iba a ser un comentario adverso hacia Soraya y su posado fotográfico, se convirtió en un dardo envenenado contra Esperanza Aguirre y su corifeo Pedro J. Ramírez. Y todo al parecer, por lo leído y oído, para encumbrar a esa señora a su ambicionado poder central. Conste que yo nada agrego o elimino en esta novela de espionaje y descalificaciones que allí se descubrieron, por cuyo terreno paso muy de puntillas para no hacerme notar. Tampoco tengo nada que ver con los insultos que allí se prodigaron contra ambos personajes, la política y el periodista maquiavélico, al que María Antonia Iglesias, puso de sinvergüenza e indeseable. Calificativos muy fuertes que no me gusta utilizar, ya que no soy partidario de insultar u ofender a quien no tenga la oportunidad de defenderse en ese instante. La opinión general de los presentes y los había de todas las tendencias y profesiones, era que no había nada deplorable o vergonzoso en esos posados fotográficos, como pretendían con esa trampa aviesa y alevosa que le tendieron a esa joven y guapa política por parte de lobos hambrientos de carnada. Una confianza traicionada por el que se dice y presenta como amigo y una triste experiencia que le habrá servido a Soraya para saber con quien debe perder su tiempo libre y de quien debe desconfiar y huir. Yo, con toda mi sinceridad digo que me parece fantástico que un partido político pueda ofrecer a sus lectores, seguidores y hasta detractores, la imagen de una de sus dirigentes que aparte de su excelente preparación profesional y pericia política, ofrece una demostración incuestionable de juventud, belleza y lozanía en una pose que no todas pueden adoptar sin caer en el más espantoso ridículo. Y me callo las alusiones.

Me parece que al partido de la derecha le están haciendo bastante daño algunos de los que deberían cuidar que la nave continuara un rumbo normal y seguro y no empeñarse obcecadamente en tirar piedras contra su propio tejado. Es una fórmula eficaz para dar pábulos al enemigo y hacerlo más fuerte y aunque crea lo contrario, no debe fiarse de las promesas de éste de su ayuda a posteriori para lograr sus propósitos, porque no todos son tan lelos y saben que “al enemigo, ni agua”. Hay una caza de brujas entre sus filas que a nada bueno puede conducir, ni beneficiar, aunque no lo crea así el que se sirve de estos chanchullos para intentar medrar y lo único que consigue es descubrirse como chapucero, mal correligionario y poseedor de una ambición desmedida y odiosa.

Como si fuera poco, tenemos también a ese lastimoso e indignante episodio del espionaje de dirigentes de la Comunidad de Madrid sobre sus propios compañeros. ¡El colmo de la ignominia y la bajeza moral y política más abyecta!. Un asunto que debería investigarse en profundidad y sin treguas hasta descubrir ante los seguidores y público general, a sus autores para sepamos de una vez la clase de políticos que aspiran a nuestro voto. ¿Qué persiguen estos señores o señoras con los insultos y descalificaciones a compañeros, los espionajes ajenos a toda ética política y moral entre sus filas y las campañas difamatorias y calumniosas contra sus afines políticos?. ¿A quién vamos a darle nuestra confianza?. Si ésta es la “esperanza” que nos queda, prefiero volver la cara y buscar mi orientación en otro lugar donde haya menos tapujos y conjuras. ¿Es que no hay político en España que merezca nuestro respeto, confianza, consideración y seguimiento…?. .

http://www.vistazoalaprensa.com/contraportada.asp

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