viernes 22 de febrero de 2008
Pizarro, más cerca de la verdad
Pablo Sebastián
El debate económico entre Manuel Pizarro y Pedro Solbes se ha saldado con una clara victoria del candidato del PP, que no sólo actuó como un político, a pesar de su reciente corta trayectoria en el PP, sino que además coincidió con lo que ya temen, viven y piensan muchos ciudadanos: que la crisis económica está aquí, por mucho que la quiera ocultar el Gobierno. Y esa estrategia de ocultación y el empeño de Solbes de hablar del 2003 para no tener que hablar del 2008, a la vez que acusaba de catastrofismo al PP, quedaron en evidencia en el discurso del vicepresidente del Gobierno, que actuó más como un funcionario que como un político, lo que, en cierta manera, cambiaba los papeles, porque el empresario Pizarro conectaba con las preocupaciones ciudadanas mientras el ministro Solbes se enredaba en una sopa de números y estadística que, en algunos momentos, aburrió y confundió a los espectadores, intentando transmitir el mensaje del España va bien, hablando de turbulencias y no de crisis.
Precisamente, en relación con la crisis Solbes, que no cesó de acusar a Pizarro de demagogo a pesar de haber prometido moderación, reconoció que el PP quería bajar los impuestos y justificó el programa de su partido diciendo que prefieren más gasto social que bajar los impuestos. Pero no habló del famoso cheque de los 400 euros del que han sido excluidos, por el Gobierno, los ciudadanos más desfavorecidos. Sin embargo, sí quiso el vicepresidente darle un tirón de orejas al PP en la persona de Zaplana por sus insinuaciones sobre la presunta mala salud de ciertas Cajas de Ahorro, a lo que Pizarro contestó, sin desmentir a su compañero de partido, que las declaraciones del Banco de España no son del todo fiables porque dicho banco está bajo el exclusivo control del Gobierno del PSOE. Recordando el candidato del PP lo que pasó años atrás con el ex gobernador del Banco de España Mariano Rubio, que acabó en la cárcel.
Pero, sobre todo, Pizarro puso el acento en las subidas de la inflación y del paro, y en la pérdida de la confianza política y económica ante la presencia de la crisis, recordando que el empleo es crucial para las pensiones. Habló el representante del PP de la inmigración, y mucho de la educación, al igual que Solbes lució el superávit de las cuentas del Estado, como éxito claro de su Gobierno y elemento decisivo para afrontar la crisis, que en su opinión es más coyuntural que real y, en mucho, está convocada por el PP como truco electoral.
La posición de Solbes era más difícil que la de Pizarro porque, dada su actual posición de vicepresidente del Gobierno, no podía reconocer que la crisis ya está aquí, porque ello habría tenido inmediatas consecuencias económicas. Mientras que Pizarro gozaba de más libertad de crítica y, por tanto, podía explicar la preocupación económica que, sin duda, tienen hoy día muchos ciudadanos.
Apretó Pizarro el cerco a su adversario en las conclusiones hablando del paro, la inflación y la incertidumbre, y anunciando que el PP traerá más liderazgo, empleo, seguridad y confianza en el futuro. Mientras que Solbes insistió en que España está bien preparada y calificó de excesos, demagogia y catastrofismo el discurso del PP. La pregunta final es la de saber cuáles van a ser las conclusiones que van a sacar del debate, no los especialistas sino la gente de a pie, y en ese sentido todo parece indicar que Pizarro fue más certero, porque la crisis es cierta, y el representante del PP estaba más cerca de la verdad. Sobre todo una vez que el debate se centró en crisis sí, o en crisis no.
http://www.estrelladigital.es/diario/articulo.asp?sec=opi&fech=22/02/2008&name=manantial
viernes, febrero 22, 2008
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