Ruben Loza, Cristina K. en carrera

martes 2 de octubre de 2007
Cristina K. en carrera Rubén Loza Aguerrebere

Cuando faltaban 28 días para las elecciones nacionales en la Argentina, el diario La Nación dio a conocer una encuesta en la que, en números esenciales, Cristina Fernández de Kirchner llevaba a su inmediata seguidora una ventaja de, precisamente, 28 puntos. Exhibe adhesión del 39%, en tanto Elisa (Lilita) Carrió, en el segundo lugar, llega al 11% y lejos, entre otros varios candidatos, está el liberal Ricardo López Murphy, con un poco más del 2%, mientras que el ex ministro de Economía Roberto Lavagna ronda el 8%.
Además de ser la esposa del presidente, quien tiene sus seguidores, y que ha puesto todo el peso del que dispone a favor de su “pungüina”, como le ha llamado, la senadora Cristina Fernández cuenta con una disponibilidad total de medios como para viajar a los países que desee, más una logística impresionante como para no estar ajena en los rincones del país que aspira a gobernar. Sus adhesiones mayores se hallan en los votantes con menor nivel educativo, y, naturalmente, sus adhesiones bajan extraordinariamente en los niveles universitarios.
Pero el asunto es que falta poco, que las distancias son importantes y que el peronismo se ve camino del triunfo en la primera vuelta. Para ello deberá obtener la senadora Cristina F. más de 45 puntos, o bien más de 40 con una diferencia del 10% sobre el segundo. Con menos del 40 hay segunda vuelta, el 25 de noviembre venidero.
¿Están jugadas todas las cartas? Es muy elevado el número de indecisos —supera el 20%— razón por la cual estiman los adversarios de Cristina que no triunfará en la primera vuelta. Y, claro, sueñan con un rápido reacomodamiento de las figuras en carrera. Pero no es fácil. Se dice que Kirchner aspira a dejar despejados todos los caminos a su esposa, y es notorio que trabaja en ello sin descanso, en todos los frentes, aunque en algunos, como la inflación y la inseguridad —el comentadísimo robo al director Francis Ford Coppola, por ejemplo, en Buenos Aires, quien sostiene haber “perdido la vida”—, no han podido ser resueltos. Y hoy, justamente, más complicado está el tema de las relaciones con el Uruguay, sobre las plantas de celulosa, pues los piqueteros no sólo han desoído al Gobierno, sino que han iniciado cortes en rutas del Mercosur, por tiempo indeterminado. En Gualeguaychú han destruido todos los afiches publicitarios de la señora K. y pintado consignas contrarias al Gobierno. El Gobierno populista, dicen ahora, está revisando otra vez el tema de la relocalización de la empresa Botnia, que en su momento pareció laudado.
Tal vez luego de las elecciones soplen otros vientos.