jueves, octubre 04, 2007

Pablo Sebastian, Garzon vuelve al espectaculo

viernes 5 de octubre de 2007
Garzón vuelve al espectáculoPablo Sebastián

Muy mal tienen que estar las encuestas pre electorales que tiene el PSOE y preocupantes deben ser las informaciones de las que dispone el ministro de Interior, Rubalcaba, para que el juez Garzón haya decidido la captura de toda la cúpula de Batasuna, a la que había dado rienda suelta durante el tiempo que duró la negociación con ETA, por aquello del eximente de oportunidad o algo parecido. Lo que le permitió al presidente Zapatero, meses atrás, decir que “Otegui era un hombre de paz”, o subrayar que el etarra De Juana Chaos estaba “a favor del proceso de paz”.
Ahora, y más vale tarde que nunca, las cañas de pescar a los batasunos buenos se han vuelto lanzas para meterlos a todos en prisión, regresando el Gobierno al marco de la Ley de Partidos que nunca debió de abandonar, sobre todo porque la negociación con ETA carecía de todas las garantías necesarias que indicaran que ETA estaba decidida, de verdad, al abandono de las armas. Y ahora también vamos a ver muy activo -¡ya era hora!- al fiscal general, Conde Pumpido, y por eso ha advertido a ANV que si no condena la violencia comenzará el proceso de ilegalización de este partido pantalla de ETA y Batasuna, que contó con el beneplácito del Gobierno.
¿Qué está pasando para que asistamos, de pronto, a este ataque de nueva sensatez y de regreso paulatino al marco del Pacto Anti Terrorista por parte de Zapatero? Pues solo caben dos explicaciones: que ETA está a punto de atacar con un nuevo y mayor atentado; y que los sondeos preelectorales de los que dispone el Gobierno y el PSOE le están diciendo a los monclovitas que no tienen nada claro que pueden volver a ganar las elecciones en marzo de 2008, porque son cada vez más los ciudadanos que están relacionado el deterioro general de la situación y de los desafíos etarras y nacionalistas, así como todos los ataques al Rey y la bandera, con el disparate confederal de la legislatura que se acaba, y la demencial negociación con ETA iniciada por Zapatero y ligada a la reforma territorial del Estado.
Solo así podríamos entender este cambio de posición del juez estrella que, además, llevaba mucho tiempo sin salir en las fotos y que, una vez más ha ligado su celo judicial a los intereses del gobierno socialista y a los suyos propios, como ya ocurrió cuando daba rienda suelta a Batasuna, o en los pasados tiempos del GAL y la corrupción felipista.
En todo caso, bien está que la cúpula del brazo político de ETA acompañe a Otegi en su cautiverio, y que esto ocurra en las vísperas de la llegada a Madrid del lehendakari Ibarretxe, para que el gobernante del PNV sepa que ya no se admiten bromas y amenazas le tiemble o no el pulso, porque ya estamos en un tiempo en el que Zapatero intenta sacar pecho, hacerse el duro y también hacerse perdonar sus desvaríos nacionalistas, a ver si con ello recupera terreno electoral.
Naturalmente, la caza de los jefes de Batasuna suponemos que debe estar amparada –veremos cuáles son los motivos de las detenciones- por unas sólidas pruebas y es de esperar que por una certera investigación y un adecuado procedimiento judicial, no vaya a ser que la cosa se quede en espectáculo. Y si todo está bien pertrechado, policial y judicialmente, habrá que permanecer atentos a ETA porque, en estas circunstancias, no sería de extrañar que la banda decida reaccionar con violencia. Lo que el Gobierno de Zapatero explicaría como la respuesta a su reciente y decidida acción policial y judicial, de la misma manera que intentó explicar la ruptura de la tregua con el argumento de que ellos no habían cedido a las exigencias políticas de los etarras.
Está claro que Zapatero está preocupado, o puede que asustado, y se pone la venda antes de la herida –ya veremos quien recibe las heridas- y pena da que el presidente del Gobierno no hubiera entendido todo esto que pasa en el mundo de ETA y con los nacionalismos hace ya unos años cuando, de la mano de ERC, inició su paseo por el precipicio de la locura política y de la linde roja de la legalidad. Ahora habrá que esperar noticias y puede que también otros acontecimientos en Francia y en España, porque esta caza de la cúpula de Batasuna nos anuncia que un tiempo nuevo y tenso acaba de comenzar.

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