lunes, octubre 15, 2007

La legislatura termina en "choque de trenes" entre ZP y Rajoy

La legislatura termina en "choque de trenes" entre Zapatero y Rajoy
Elsemanaldigital.com

15 de octubre de 2007. Gobierno y Oposición parecen destinados a no encontrarse ni siquiera en los temas que unen a una inmensa mayoría de los españoles. La polémica en torno a los símbolos nacionales, las agresiones también simbólicas al Rey, los abucheos a José Luis Rodríguez Zapatero el día de la Fiesta Nacional y la radicalización del PSOE y sus socios en torno a la Ley de Memoria Histórica son otros tantos ejemplos de un enfrentamiento sin diálogo que los ciudadanos no quieren. Entre otras cosas porque hay problemas graves y urgentes que requieren soluciones, aunque el presidente del Gobierno esté más preocupado por sus intereses electorales.Todas las encuestas conocidas recientemente coinciden en ver a Mariano Rajoy en condiciones de derrotar a José Luis Rodríguez Zapatero en las elecciones generales. Tres años y medio de política radical, orientada a aislar al PP en el Parlamento y en la sociedad, no han conseguido su objetivo. Zapatero presume de liderar la "España serena", pero su política ha hecho retroceder la serenidad en España. Sí ha logrado, en cambio, otros efectos.Ante el desafío político que plantea el plan soberanista del lendakari Juan José Ibarretxe, Zapatero ha anunciado que responderá con una negativa; tal es su deber y no podría hacer otra cosa aunque quisiese. Sin embargo, no debe olvidarse que el independentismo ha crecido como problema a la sombra de la política del mismo Zapatero; y por otra parte no hay una solución real al problema sin contar con el PP de Rajoy, en quien millones de españoles depositan su confianza. La única manera de rechazar con eficacia a Ibarretxe pasa por Rajoy, precisamente lo que Zapatero no ha querido hacer. El enfrentamiento puede ser rentable para el PSOE en las urnas, pero no es bueno para el país, y Zapatero se debe antes a éste que a su partido.El consejo dado ayer por Rajoy a los jóvenes de su partido, "nunca dar un paso atrás a la hora de defender las ideas", es un resumen de la política en la que cree el líder popular. El PP se ha mostrado orgulloso de ser español y de mostrarlo a los ciudadanos, y éstos han demostrado sintonizar perfectamente con la idea. Zapatero ha aspirado a dividir y radicalizar, para movilizar a su favor franjas más extremas de la opinión pública, pero ha dejado de lado los símbolos de todos y los valores de la convivencia y la unidad. Es difícil reprochar al PP que haya llenado un hueco que el propio Gobierno dejó de lado.Zapatero y Rajoy se enfrentan ahora en el filo de las encuestas, y cada uno emplea las armas que ha escogido. El presidente del Gobierno recurre a la memoria de un bando en una Guerra Civil más que lejana y busca anular políticamente al centroderecha a cualquier precio. Rajoy, por su parte, ha preferido mostrar serenidad en vez de hablar de ella, y ha planteado las convicciones y soluciones de su partido. El ambiente de estos días y la intención de voto parecen dar la razón más al PP que al PSOE, pero los dos trenes seguirán chocando hasta que se celebren las elecciones. Cabe pedir a los dos líderes, antes de ese momento, que den juntos las respuestas adecuadas a los problemas nacionales que no admiten espera.

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