domingo, octubre 14, 2007

Julian Garcia Candau, Moderacion tras el triunfo

lunes 15 de octubre de 2007
Moderación tras el triunfo Julián García Candau

No son ganas de echar agua al vino, aunque ello pueda parecer, cuando a los momentos de euforia hay quien aconseja moderación. Es mi caso. Yo presencié la final de la Eurocopa en la que la España de Marcelino derrotó a la extinta URSS de Yashin y desde entonces sólo he vivido instantes de fugaz felicidad.
He visto los mayores triunfos, como el tan simbólico de Wembley y la entusiasmante victoria frente a la propia Dinamarca en Queretaro, pero tras cada momento de entusiasmo ha habido que padecer la funesta maldición de los cuartos de final, en el mejor de los casos.
Estos días, a causa de las declaraciones de Luis Aragonés sobre Raúl, y la presión que ha ejercido una buena parte de los medios informativos de Madrid para que volviera el capitán madridista, no he podido por menos que recordar aquella tarde de la Eurocopa que se jugó entre Bélgica y Holanda y en la que el madridista malogró un penalti ante Francia. Esta fallida pena máxima, y la fractura de la nariz de Luis Enrique ante Italia en Estados Unidos, son momentos en los que se unen la maldición y la tozuda realidad.
Ganar a Dinamarca ha supuesto un nuevo hito. Nueva ocasión en la que la euforia se desata y la mayoría vuelve a creer en el equipo nacional. Otra vez se empieza a vender humo. Como en ocasiones anteriores, se lanza al mercado la idea de que con este equipo se puede aspirar a ganar la próxima Eurocopa.
Aspirar es lícito y sería hasta lógico si se pudiera confiar en el futuro que siempre es tan imperfecto. En Dinamarca se jugó mejor que en toda la serie de partidos anteriores, pero como bien señaló el propio seleccionador, en el segundo tiempo varió el decorado. Ya no hubo tanta posesión de la pelota y se sufrió el acoso danés, que estuvo a punto de ser también derribo.
España irá a la fase final de la Eurocopa y lo aconsejable es la moderación.

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