Julian Garcia Candau, La FIFA empieza a entrar en razon

jueves 11 de octubre de 2007
La FIFA empieza a entrar en razón Julián García Candau

Joan Laporta se ha convertido en el portavoz de los clubes españoles ante la FIFA y como tal ejercerá en la comisión creada para estudiar lo que ha sido deseo general, es decir, percibir compensaciones por las cesiones a las federaciones de los jugadores y conseguir seguros que no dejen a la intemperie a los clubes y a los propios futbolistas.
El G14, el grupo de las sociedades futbolísticas europeas de mayor rango deportivo y económico, ya tenía como una de sus principales reivindicaciones llegar al entendimiento con la FIFA y sus federaciones, con el fin de acabar con la práctica de la cesión de los jugadores sin recibir nada a cambio. Con los trabajadores de una empresa, otra distinta, la federación, nutre sus arcas. Y lo hace en competiciones oficiales y en partidos amistosos.
Esta misma semana la selección española juega el sábado, en partido de competición europea en Dinamarca, y el miércoles siguiente un encuentro amistoso en Finlandia. Los jugadores regresarán sin tiempo para descansar debidamente, sin posibilidad de recuperarse de alguna pequeña lesión si la padecen y sin que su entrenador haya podido preparar el partido de Liga a jugar cuatro días después.
Alfredo di Stéfano ya dijo, en su época de entrenador del Valencia, que mandaba oro a la selección y le devolvían cobre. El presidente del Madrid pudo haber dicho, en su día, algo peor porque le devolvieron a Álvaro, jugador de gran porvenir, lesionado para siempre en un partido de la selección sub21. En este tipo de circunstancias el perjudicado, además del futbolista, ha sido el club, que ha tenido que pagar el contrato.
La comisión que ha de estudiar el problema, además de obtener la garantía de las compensaciones económicas, y la creación de seguros para los profesionales del fútbol, ha de conseguir que de una vez por todas no sea obligatorio ceder jugares para pachangas como la de Finlandia. La federación brasileña, ejemplo palmario, se cisca en los clubes porque convoca a los jugadores para partidos cuyo único fin es hacer caja.