miércoles, octubre 03, 2007

GEES, La trampa de los rupturistas

jueves 4 de octubre de 2007
Gobierno Zapatero
La trampa de los rupturistas
No es reviviendo instintos cainitas como España ha logrado situarse entre las diez potencias económicas, ni como ha logrado generar un grado de crecimiento y bienestar tan duradero.

GEES

Vivimos momentos de convulsión en la vida política y social nacional. El laberinto en el que el presidente del Gobierno nos ha introducido en esta legislatura que ahora finaliza nos ha llevado a situaciones dramáticas. Hace muchos años que los españoles no nos preocupábamos por lo sucedido en la última guerra civil salvo para su análisis histórico, al igual que sucedió con las anteriores –guerras carlistas– o con las disputas feudales de antaño.
Sin embargo, el Gobierno del PSOE se ha encargado de abrir heridas, remover tumbas –incluso contra los deseos de los familiares, como en el caso de la familia García-Lorca– y emponzoñar el corazón y la mente de los españoles. No es reviviendo instintos cainitas como España ha logrado situarse entre las diez potencias económicas, ni como ha logrado generar un grado de crecimiento y bienestar tan duradero.
Hace treinta y dos años que los españoles aprovecharon la oportunidad que se les brindaba para subirse al tren de la homologación con el resto de la civilización occidental. La inmensa mayoría de los actores arrimaron el hombro para que el barco reformista llegase a buen puerto, excepto una minoría que soñaba con la ruptura.
Hace treinta años que los españoles refrendaban democráticamente al presidente Suárez, que junto a Torcuato Fernández-Miranda y a Su Majestad el Rey se había juramentado para alcanzar un futuro mejor para sus compatriotas. En la actualidad, un sucesor suyo en la cabecera del banco azul, el señor Rodríguez Zapatero, ha decidido olvidar el gran pacto de convivencia sellado por los españoles cuando votaron afirmativamente la Constitución, y toma como referencia ecos de nuestro peor pasado.
Después todo este tiempo democrático, es triste ver cómo se negocia con una banda terrorista, se pasa corriendo ante la convocatoria de un referéndum ilegal en el País Vasco –facilitando el camino, al eliminar la carga penal que antes existía para quien lo convocase–, se fomenta el nacionalismo excluyente, se reniega de la propia idea de España –"nación: concepto discutido y discutible"–, se viola la Constitución con el Estatuto Catalán y se evita la persecución clara de quienes queman fotos de los Reyes y ultrajan, por tanto, la figura del jefe del Estado.
Los españoles se preguntarán: ¿qué preferimos? ¿Rencor y odio estéril o convivencia armónica y prosperidad? Y todos los mayores de 18 años podrán expresar muy pronto, democráticamente, su respuesta.
GEES, Grupo de Estudios Estratégicos.

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