miércoles, octubre 10, 2007

Florencio Dominguez, Voluntad de matar

Voluntad de matar
10.10.2007 -
f.dominguez@diario-elcorreo.com FLORENCIO DOMÍNGUEZ
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El pasado mes de enero, el responsable vasco de Interior, Javier Balza, dio cuenta del hallazgo en Atxondo de ampollas de mercurio entre el material abandonado por una célula etarra que se había dado a la fuga. La conclusión del consejero entonces fue clara y tajante: ETA quiere matar.La intención asesina de ETA ha estado presente desde principios de año y se ha puesto de manifiesto con la incautación de material para la confección de bombas lapa a varios comandos desarticulados en este tiempo. Frente al carácter indiscriminado de otro tipo de atentados, la bomba lapa se emplea para causar una muerte personalizada, ya que no estalla hasta que la víctima se introduce en el coche en el que está escondido el artefacto y lo pone en marcha.La bomba de ayer no logró su objetivo de matar al escolta Gabriel Ginés, pero es ilustrativa del propósito asesino de aquellos que la colocaron en el turismo de este escolta. ETA ha decidido matar y recurre a uno de los procedimientos que más garantías le ofrece y con menos riesgo. Otro 'modus operandi' de gran letalidad es el tiro en la nuca, pero en ese caso el terrorista, aunque siempre juega con la ventaja de la sorpresa, tiene que estar presente en el lugar del crimen y correr algunos riesgos personales.Si ETA no ha matado antes -con la excepción de los dos ciudadanos ecuatorianos asesinados en la T 4- se debe, probablemente, a que necesitaba tiempo para mentalizar a su base social, para que los miembros y seguidores de Batasuna asumieran con naturalidad la vuelta a los crímenes como en el pasado. En la banda terrorista han pesado los conflictos internos habidos tras la ruptura de la tregua en el año 2000. Entonces mató primero y después tuvo que hacer un esfuerzo de pedagogía entre sus bases para que aceptaran otra vez el derramamiento de sangre. En esta ocasión han decidido hacer las cosas al revés: han comenzado con un esfuerzo explicativo intenso -en el que ha colaborado su entorno político-, mientras iban graduando los atentados antes de llegar al asesinato directo.El atentado de ayer refleja, probablemente, que ETA ha dado por terminada esa etapa de preparación política y psicológica de su base social. Tal vez así se expliquen mejor las amenazas que la banda formula en su último zutabe -conocido, por cierto, antes de la captura de la dirección de Batasuna- en el que advierte al presidente del Gobierno que si persiste en su estrategia «se encontrará frente a frente con ETA y el objetivo de nuestra actuación será profundizar en la crisis de España». Es evidente que España no va a entrar en crisis con artefactos de pequeña potencia colocados en los arcenes de las carreteras. Sólo el crimen puede tensionar la vida política y los terroristas lo saben.

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