martes, octubre 23, 2007

David Horowitz, Semana de Concienciacin sobre el Islamofascismo

martes 23 de octubre de 2007
Guerra cultural
Semana de Concienciación sobre el Islamofascismo
La lección está clara: la izquierda dará la bienvenida al dictador iraní y defenderá su "libertad de expresión", pero llegará hasta extremos insospechados para impedir cualquier debate sobre el propio islamofascismo.

David Horowitz

El Freedom Center está movilizado al completo para la Semana de Concienciación sobre el Islamofascismo, del 22 al 26 de octubre. Si ha estado viendo FoxNews, sabrá que ya ha provocado episodios violentos en la Universidad George Washington, donde los radicales están intentando impedir el evento previsto en ese campus.
Hace varias semanas, cuando comenzamos a calificarlo como la mayor manifestación nunca vista de universitarios de derechas, algunos se mostraron escépticos ante semejante afirmación. Pero el evento que hemos organizado justifica con mucho ese calificativo. En principio, tendremos actos en más de 100 centros universitarios. Algo más de 30 albergarán conferencias importantes de figuras como el ex senador Rick Santorum, Ann Coulter, Daniel Pipes o Robert Spencer. En más de 20 los estudiantes proyectarán una versión sin cortes de El camino al 11 de Septiembre, la mini-serie de la ABC censurada por los Clinton. En otra docena habrá un acto inaudito: sentadas ante los departamentos de Estudios de la Mujer para protestar por su silencio en materia de la opresión de la mujer en el islam.
Y lo que es más importante, la Semana está recibiendo importante cobertura en la prensa. Los periódicos de muchas universidades están publicando múltiples artículos discutiendo sobre "el islamofascismo", lo que al fin y al cabo era nuestro objetivo desde el principio. Además, los comentarios crecen en intensidad cada día.
Tal como imaginamos al adoptar el nombre de Semana de Concienciación con el Islamofascismo, la izquierda ha reaccionado y garantizado nuestro éxito. El objetivo de la izquierda es suprimir la mención del término islamofascismo porque, para ella, el enemigo es Estados Unidos. Puesto que la izquierda está en guerra contra América, no puede permitirse que se discutan los males del islamofascismo.
En Internet proliferan las denuncias de la Semana y los planes para interrumpir los actos previstos. El Comité Antidiscriminación Árabe-americano –una herramienta de la extrema izquierda– ha estado redactando escritos intimidatorios a los rectores de todas las universidades en las que hemos planeado actividades, intentando que los cancelen. Organizaciones extremistas como el Partido Socialista del Trabajador o el Partido Comunista Revolucionario (cuyos miembros atentaron contra mi integridad física en una conferencia el año pasado) están organizándose contra nosotros y han prometido actos violentos. En consecuencia hemos asignado guardaespaldas a nuestros principales oradores y advertido al personal de seguridad de las universidades a las que planeamos ir.
La lección está clara: la izquierda dará la bienvenida al dictador iraní, responsable de innumerables asesinatos de militares norteamericanos en Irak, y defenderá su "libertad de expresión", pero llegará hasta extremos insospechados para impedir cualquier debate sobre el propio islamofascismo.
Hasta los medios convencionales parecen estar comprendiéndolo. La semana pasada, en la Universidad George Washington (uno de los lugares en donde hablaré), los izquierdistas empapelaron el campus con un folleto con el titulo ¿Odia a los musulmanes? Nosotros también; un mensaje que se suponía que estaba publicado por el HorowitzFreedomCenter y los estudiantes que organizan el acto. Decía (presumiblemente por boca nuestra): "Su musulmán corriente tiene: ojos de rayos láser, veneno en la boca... una pata de palo para el contrabando de niños y heroína".
A pesar de ser obviamente un engaño, la izquierda del campus reaccionó con mojigato ultraje y fue respaldada por el rector de la universidad, que condenó a quienes estuvieran tras el folleto en los términos más duros, señalando que serían expulsados en cuanto fueran atrapados. La noticia fue recogida por el Washington Post y otros medios. Hacia el miércoles, los autores, que hasta entonces se habían ocultado cobardemente en el anonimato, admitieron haber publicado la falsificación con el fin de desacreditarnos. Cuando el rector de la George Washington se dio cuenta de que los autores materiales eran izquierdistas se retractó por completo, dejando que los culpables salieran indemnes y dejando a los estudiantes de derechas que habían sido difamados sin nadie que los defendiera.
Inmediatamente publicamos un anuncio en el diario universitario denunciando el fraude y señalando que Tawana Brawley y quienes condenaron a los jugadores de lacrosse de Duke utilizaron la misma clase de Gran Mentira para justificar sus destructivas acciones. Señalamos que el propio folleto es en sí mismo un tipo de crimen de odio. Sorprendentemente, la Asociación Estudiantil Musulmana del centro, que también estaba horrorizada por su contenido, ¡se mostró de acuerdo con nosotros!
La Semana de Concienciación con el Islamofascismo será una importante noticia nacional entre el 22 y el 26 de octubre. Me veo tentado a decir que, con enemigos como estos, ¿quién necesita amigos?

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