jueves, octubre 04, 2007

Corea del Norte entra en razon

viernes 5 de octubre de 2007
Corea del Norte entra en razón
LA cumbre celebrada en Pyongyang entre los gobiernos de las dos Coreas parece haber logrado despejar la tensión que ha marcado la relación entre los dos países, divididos por el tristemente célebre paralelo 38. Después de las bravatas nucleares y misilísticas registradas hace un año, el régimen comunista norcoreano quiere entrar en razón. Los pasos que está dando al respecto son bastante convincentes. El pasado mes de julio, desconectó el reactor de Yongbyon, y ahora se ha comprometido, antes de que termine el año, a proceder a la definitiva desnuclearización del país. Por el momento, no hay nada que objetar.
Estados Unidos se ha empleado a fondo y ha contribuido decisivamente a que el encuentro entre el dictador norcoreano, Kim Jog Il, y el presidente surcoreano, Roh Mu Hyun, concluya con un éxito diplomático. Cada una de las partes negociadoras está cumpliendo. Washington ha descongelado las cuentas de los líderes norcoreanos y el régimen de Pyongyang está atendiendo el programa de verificaciones nucleares. De hecho, todo parece indicar que seguirá siendo así en los próximos meses. Corea del Norte y Corea del Sur quieren entenderse. Hay quien cree, incluso, que es posible vislumbrar en el futuro una auténtica reconciliación nacional que normalice las relaciones bilaterales y zanje definitivamente la división que se da entre ambos países. Si así fuera, se habría conseguido enterrar otra de las fronteras ideológicas surgidas durante la Guerra Fría. Antes habrá que dar varios pasos que dependen básicamente de EE.UU., ya que el restablecimiento de relaciones entre las dos Coreas no se llevará a cabo hasta que los norteamericanos retiren a la dictadura de Kim Jong Il de la lista de países que apoyan el terrorismo internacional y de que suministren a su Administración la prometida ayuda y cooperación energéticas.
Con todo, hay que seguir siendo cautelosos. No hay que olvidar que al norte del paralelo 38 se encuentra una tiranía, acaudillada por uno de los dictadores más despreciables y desquiciados del planeta. Por otro lado, en 2000 ya se produjo otro acercamiento entre las dos Coreas que, sin embargo, no impidió que poco tiempo después el clima de distensión volviera a deteriorarse y enrarecerse, hasta alcanzar el escenario de crisis nuclear vivido durante el verano de 2006, cuando Corea del Norte anunció que reanudaba su programa atómico tras llevar a cabo su primera prueba nuclear y exhibir sus dientes balísticos en el mar del Japón. Casi todos los analistas apuntan a que en esta ocasión se percibe otra disposición de ánimo por parte de Kim Jong Il. Quizá sea su cada vez más frágil estado de salud, o la voluntad de supervivencia de la nomenclatura comunista que lo rodea y lo presiona para llegar a un acuerdo. En cualquier caso, algo está cambiando, lo que hace que el optimismo se abra camino.

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