miércoles, octubre 24, 2007

Carrillo obedece a Zapatero

miercoles 24 de octubre de 2007
Carrillo obedece a ZP

El Carrillo que se está manifestando en estos últimos tiempos como detractor de la Iglesia Católica no resulta tan sorprendente como a algunos les puede parecer: es la revelación del auténtico personaje, la versión original de los años treinta y cuarenta, el dirigente de un partido obrerista, culturalmente primario, para el que la negación del cristianismo había sido siempre un elemento definidor. El Carrillo que pudimos conocer a partir de los años sesenta fue el producto de una acomodación a los nuevos tiempos marcados por el espíritu de Juan XXIII, al diálogo de marxistas y cristianos, al acercamiento de numerosos católicos al movimiento obrero... En realidad, Carrillo siempre interpretó estas aproximaciones como una prueba de la crisis del cristianismo frente a la vitalidad del socialismo científico. Por otra parte, Carrillo aspiraba a la legalización y necesitaba comprensión por parte de la Iglesia, a la que él había perseguido durante la República y la guerra. Pidió amnistía, esto es, solicitó «olvido». No memoria del pasado. Así que a Carrillo le vino Dios a ver con la apertura de la Iglesia, el surgimiento de los «cristianos por el socialismo», la inscripción en el partido de personalidades como el padre Llanos, la ascensión al Comité Central del partido de creyentes como Alfonso Carlos Comín, e incluso le dejaron por bueno los obispos vascos que bendecían a los miembros de ETA. Todos estos hechos terminaron obnubilando a Carrillo, hasta el punto de convertirse en un personaje patético: no se dio cuenta de que tras sus aires de seguridad se estaba desplomando el socialismo real, incluido el Estado de la URSS... Él mismo era expulsado del PCE, cuya marca ha quedado reducida a una de las corrientes de la testimonial IU.
Patético, no se reconoce como perseguidor. Audaz hasta la temeridad, levanta la voz en los días que la Iglesia pide reconocimiento para sus mártires. Oportunista, sus ataques al catolicismo son favor que dispensa a sus viejos enemigos, los socialistas.

http://www.abc.es/20071024/opinion-firmas/carrillo-obedece_200710240301.html

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