martes, octubre 09, 2007

Antonio Garcia Barbeito, Las ovejas teñidas

martes 9 de octubre de 2007
Las ovejas teñidas
ANTONIO GARCÍA BARBEITO
Todos los días pasaba un pastor con su rebaño de ovejas blancas, excepto tres negras. Alguien del pueblo dijo que unas ovejas habían dañado un sembrado, y era un rebaño en el que había tres ovejas negras. La Guardia Civil denunció al pastor, aunque éste protestaba diciendo que había otros rebaños con ovejas negras. Contrariado, esa noche el pastor tiñó de negro sus ovejas y por la mañana salió a los pastos con su rebaño, todo negro. Al poco hubo otra queja, ovejas que habían entrado en otro sembrado, y la marca estaba en los alambres de espinos: lana negra de ovejas. La Guardia Civil volvió a denunciar al pastor, aunque el hombre decía que también otros rebaños tenían ovejas negras. El pastor destiñó a todas las ovejas y tiñó de blanco a las tres negras. A la mañana, cuando pasó el blanco rebaño, nadie supo distinguir cuáles eran blancas y cuáles negras. Hubo otra denuncia, de ovejas negras que habían entrado en un sembrado, pero la Guardia Civil no denunció al pastor, porque también los agentes habían visto pasar al pastor con todas sus ovejas blancas, a pesar de que la gente aseguraba que habían sido las mismas, porque éstas, tras el daño, volvieron al rebaño del pastor. No lo denunciaron... y habían sido sus ovejas. El secreto estaba en que el pastor tenía tintes en su casa y en su cabaña, y cuando llegaba al campo teñía de negro algunas blancas y las metía en los sembrados. Antes de volver al pueblo las desteñía, y así todos los días.
A nadie escapa cuál es el color del «rebaño» batasuno. Por eso a cualquiera le extraña verlos pasar camino de un mitin hoy, camino de los Juzgados, mañana, libres dentro de tres días y luego en la cárcel. Lo que ocurre en este caso es que a las ovejas no las tiñe quien las guarda sino un pastor ajeno muy interesado en que hoy las veamos de un color o de otro, hasta que no sepamos distinguirlas. Pero sepamos que, blancas o negras, seguirán en lo suyo: entrando en los sembrados de España que elijan, ya sea lucha o negociación. Y el pastor ajeno, venga a teñirlas. Y nosotros aquí, rogando para que las ovejas, blancas o negras, no se nos metan en nuestros sembrados.
gbarbeito@telefonica.net

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