Antonio Cubero, Messi, aprendiz de crack, "futbolista con padre"

miercoles 3 de octubre de 2007
Messi, aprendiz de crack, “futbolista con padre” Antonio Cubero

No siempre los sabios y entendidos prohombres del fútbol tuvieron o tienen razón. También se equivocan. Don Santiago Bernabéu, que lo fue todo en el mundo del fútbol, tampoco es una excepción. Si volviera a estar entre nosotros vería cómo hoy una de sus más conocidas sentencias que tanto influyó en la política de fichajes de su laureado Real Madrid no tendría valor alguno a la hora de catalogar o ponerle sello de calidad a los futbolistas. El patriarca madridista solía decir a los cazatalentos de la Casa Blanca que no le gustaban los “futbolistas con padres”.
No me imagino cómo encajaría don Santiago su desacierto como futurólogo futbolístico, pero seguro que anoche también sería de los que estuvimos atentos a las evoluciones en el escaparate del Gottlieb-Daimler de Sttutgar de un joven aprendiz de crack llamado Lionel Messi que ya es capaz de robar el corazón del barcelonismo a estrellas como Ronaldinho, Eto’o, Deco, Henry y llamar a las puertas del Balón de Oro con tan sólo diecinueve años. Su irresistible ascensión es imparable por ahora.
Don Santiago también sería de los que se llevaron las manos a la cabeza exclamando de admiración en las internadas de Messi, a las que sólo les faltó el sello de la culminación ante la portería alemana. Incluso con el acto infantil de quien no sabe agredir con mala intención que le costó una tarjeta amarilla en las postrimerías de la primera mitad. O con el descaro suficiente como para asociaciarse con Henry para rubricar el segundo gol.
Es posible que don Santiago siga sin saber que este Messi, que ante el Sttutgar volvió a ser un jugador distinto como una proyección de Maradona, es uno de esos “futbolisstas con padres” que están capacitados para subier a los altares del fútbol mundial. Antes de pasar al ‘horno’ de la Masía con tan sólo trece años, también estaba ante un producto futbolísticamente parido por un padre que condujo como presidente los primeros pasos de su ‘pulguita’ pateando un balón a los cinco años en un club barrial de baby fútbol de su natal Rosario.
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