martes 3 de abril de 2007
Reconsideración
SANTIAGO GONZÁLEZ
Sean mis primeras palabras, mi señor Zapatero, para felicitarle cordialmente por el brillante servicio que hizo la Guardia Civil a la convivencia democrática con la desarticulación del 'comando Donosti'. Es la noticia más importante que la lucha contra el terrorismo ha proporcionado en mucho tiempo. La detención de sus integrantes ha permitido abortar cualquiera de las acciones que planeaban para el futuro. Ha permitido, además, esclarecer más de 40 atentados terroristas perpetrados entre 2004 y 2006 y corta una serie de datos preocupante: entre 2003 y 2006, mientras aumentaban de año en año los atentados y las acciones de kale borroka, disminuían paralelamente las detenciones y el esclarecimiento de atentados por parte de las Fuerzas de Seguridad.Según datos de la agencia Vascopress, de los 71 atentados cometidos por ETA en el periodo 2005-2006, sólo uno estaba aclarado policialmente. Creo, como usted, que «el único destino de ETA es el abandono de la violencia y la entrega de las armas», pero es mejor no confiar mucho en que vayan a hacerlo 'motu propio' y es mejor que les ayude un poco la Guardia Civil.Al saber que el jefe del 'comando Donosti' tuvo entre sus objetivos a Fernando Savater, mi querido presidente, el sentimiento me ha activado el relé de la memoria. No de la histórica, entiéndame, sino la de verdad, la personal, la que a lo largo de este tiempo tan largo y tan convulso ha ido registrando y clasificando los acontecimientos, las palabras y las actitudes. He recordado que durante la otra tregua, la del 98, eran los nacionalistas los que acuñaron esa locución mágica del «proceso de paz» y que ustedes se sentían también grupo de riesgo. Los terroristas aprovecharon la tregua para seguir a las personas que iban a asesinar después de romper el alto el fuego. Uno de ellos, como sabe, fue Fernando Buesa, portavoz socialista en el Parlamento vasco.También me ha asaltado el recuerdo del buchito de indignidad que su secretario general en Guipúzcoa vertió en una carta pública a Fernando Savater. Esta es una buena ocasión para que Miguel Buen se arrepienta de haber llamado a Savater «teórico de la extrema derecha», reconsidere una alusión envenenada -«yo a Savater por Rentería le he visto más bien poco»- y no se engañe al asumir como vivencias propias esas leyendas de las arpías avisonadas que acosan a su secretario de Organización por el barrio de Salamanca o los improbables taxistas madrileños que llaman «¿roja!» a Rosa Regàs en cuanto requiere sus servicios. Tiene una buena ocasión para arrepentirse.También es una buena ocasión para que usted le coja la palabra al líder de la oposición. Verificada la inexistente voluntad de los terroristas de abandonar las armas en los términos que definió el Congreso el 17 de mayo de 2005, toca recomponer lo que nunca se debió romper. Este éxito policial le brinda una oportunidad, quizá única, de rectificar sin gran coste, presidente. Debería aprovecharla.s.gonzalez@diario-elcorreo.com
lunes, abril 02, 2007
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