lunes 5 de febrero de 2007
Manifestación del Foro de Ermua
El espíritu de España
Isabel Durán
En La Moncloa están muy nerviosos. Cargan con Irak como si su propio chapapote etarra no les fuera a salpicar.
La misma semana en que el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos recibía en calidad de homónimo al responsable de relaciones exteriores de la "nación catalana", millón y medio de personas llegadas desde todos los rincones de España se han echado a la calle con dignidad, educación, mucha firmeza y un gran sentido de España para demostrarle al presidente su colosal error. Cuanto más arrecian las vilezas del Gobierno radical antiespañol, más gentes "de buena fe" dan la espalda PSOE y más se llenan la calles, plazas y esquinas de la malograda España zapateril para ponerse festiva, demócrata y serena contra su principal destructor.
Si la exigua manifestación de la UGT para mayor gloria del Ejecutivo visualizó un mar de banderas blancas, símbolo de la rendición, y muchas republicanas, la de este fin de semana convocada por el Foro de Ermua ha convertido la principal arteria de Madrid y aledaños en una marea de banderas constitucionales y rojigualdas por la libertad de España.
A Zapatero ya no le creen ni los suyos. Tres de cada cuatro españoles se saben engañados y creen que continúa negociando con la ETA. Su suicida política está provocando un auténtico clamor en su contra. Convertir en héroes y en hombres de paz a secuestradores y asesinos múltiples y a sus jóvenes cachorros se paga. Ceder espacio al odio de los criminales y sus acciones propagandistas, hacer de altavoz de los terroristas, se paga. Y en La Moncloa están muy nerviosos. Cargan con Irak como si su propio chapapote etarra no les fuera a salpicar.
Un mes después del asesinato de Carlos Alonso Palate y Diego Armando Estacio, los dos muertos del "proceso de paz", el espíritu de Ermua reencarnado en Ortega Lara, Teresa Jiménez Becerril, María Jesús González, Mapi de las Heras, Mikel Buesa y tantas otras víctimas del terrorismo, es el espíritu de España. Todos ellos con sus voces limpias han puesto en su sitio a un presidente que les ignora y desprecia y que sólo quiere diálogo con los terroristas y no con sus víctimas ni con el principal partido de la oposición. El 3-F ha abierto una puerta a la esperanza para España. Y Zapatero lo sabe.
domingo, febrero 04, 2007
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