CRÍTICAS HABÍA, PERO SE LAS CALLARON
El fiasco andaluz no doblegó a Rajoy pese a los "silencios" de algunos
Isabel García
Rajoy pone al "moderado" Pío García-Escudero al frente de la campañaLos jóvenes de NNGG del PP se echan a la calle a la caza de militantes
Ni siquiera el PP se esperaba una participación tan baja en el referéndum por el Estatuto de Andalucía. Quienes en su día lo criticaron guardan ahora un clamoroso silencio.
20 de febrero de 2007. La lectura hecha en Génova en el día de resaca del referéndum andaluz no pudo ser más de manual. La dirección popular se felicita por el resultado, agradece a los andaluces su participación y justifica la altísima abstención en la desidia de los ciudadanos y su desinterés por la reforma estatutaria, precisamente lo que viene manteniendo desde hace tiempo el principal partido de la oposición: no había demanda ni tampoco necesidad de acometer dicha reforma.El PP (que en ningún caso esperaba tan "bajísima" participación, poco más del 36%) además salva los muebles poniéndose la medalla de que si no hubieran sido ellos los que metieron la tijera en el texto salido del Parlamento andaluz y que incluyó una referencia histórica a la "realidad nacional" hubiera sido todavía peor. Ésa era la misión que se asignó el presidente del PP-A Javier Arenas, "constitucionalizar" el nuevo Estatuto en un laborioso trabajo en la Comisión Constitucional del Congreso dirigido por los populares Soraya Sáenz de Santamaría y Federico Trillo. El análisis de los resultados andaluces fue el primer punto del día del Comité Ejecutivo Nacional celebrado el lunes en la sede nacional de Génova. En su turno de palabra, Arenas se fijó en valorar el alto número de interventores y apoderados del PP que estuvieron en las mesas electorales, resultado de la movilización llevada a cabo por el partido en Andalucía con motivo de esta campaña. Su informe obtuvo el respaldo de Mariano Rajoy, y de algunos dirigentes como Trillo o José María Michavila que salieron en defensa de la estrategia adoptada por el PP. Tanto uno como otro felicitaron a Arenas a puerta cerrada por el "consenso" alcanzado en torno a este Estatuto, gracias al apoyo del PP, evitando así "la crispación que busca el PSOE", e incluso a sabiendas de que la reforma fue impulsada por Manuel Chaves y José Luis Rodríguez Zapatero solamente "para compensar" la catalana, explica un destacado dirigente de este partido. La toma de palabra de Michavila sorprendió a muchos, y no sólo porque el ex ministro de Justicia se había mantenido hasta ahora en un segundo plano realizando un destacado trabajo para el partido pero "en la sombra", sino porque lanzó una pulla velada a aquellos que como Eduardo Zaplana se habían opuesto desde el principio a "entrar al juego" del PSOE en materia de reformas estatutarias. Para Michavila la apuesta que respaldó de primera mano el mismo Rajoy ha salido bien "frente a algunos" dirigentes del PP que pedían que no se entrara en este debate, señaló. Se diera o no por aludido, lo cierto es que el portavoz popular –quien no pasa por sus mejores momentos, empiezan a comentar en los mentideros "populares"- no abrió la boca ni en "maitines" ni en el CEN. Tampoco lo hizo el europarlamentario Alejo Vidal-Cuadras (quien se ha señalado por sus duras críticas a Josep Piqué) aunque horas antes había arremetido contra Arenas por apoyar la reforma del Estatuto andaluz. Así andan las cosas en el cuartel general de los populares. Con un Rajoy que ha cerrado página a la aventura andaluza sin ni siquiera hacer autocrítica. Y es que el líder del PP está ya en otras cosas y ni las rencillas internas en las filas de su partido o las situaciones personales de algunos dirigentes –a los que ya ni pide opinión- le harán cambiar el paso.
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