CRÓNICA DESDE LA CASA DE LOS LEONES
Bienvenida al "boxeador" Bermejo y también al "mudito" Michavila
Isabel García
HACEN MIGAS
Efusivo saludo el que le dieron Zapatero y Moratinos a Bermejo justo antes de comenzar la bronca sesión de control al Gobierno.
UN HOOLIGAN
"Ha venido al Parlamento con el puño cerrado y repartiendo mandobles", le dijo al ministro la diputada Dolors Nadal.
AJUSTE DE CUENTAS
"No tengo ninguna cuenta pendiente con el PP", le dijo Bermejo a Michavila.
LOS ´EX´
Comparado con Bermejo, poco más que el PP va a hacer "santo" a Juan Fernando López Aguilar. En la foto, saludando afectuosamente al otro "ex", José María Michavila.
LLUVIA DE CRÍTICAS
La diputada popular Alicia Sánchez Camacho acusó a Bermejo de ser el ministro "de la provocación, del insulto, de la vanidad y de la soberbia".
CON EL PORTAVOZ DEL PP
Zaplana puso de manifiesto el "sectarismo y la radicalidad" del ministro y de los que creen como él en "la justicia de partido".
Bermejo se estrenó en el Congreso contra siete diputados del PPEl CGPJ podría aprobar otra declaración tras la marcha del 24-F
Ruido de sables en el hemiciclo con tres ministros (dos "ex") de Justicia atentos al quite. El Pleno de este miércoles dio juego. Para no perderse tampoco el gesto mudo de la vicepresidenta.
21 de febrero de 2007. Estreno espectacular del nuevo ministro de Justicia Mariano Fernández Bermejo en su primera sesión de control al Gobierno en el Congreso. El PP le tenía reservadas nada menos que siete preguntas, dos de ellas formuladas por Ángel Acebes y Eduardo Zaplana, lo que ha hecho que María Teresa Fernández de la Vega se libre por un día de su ya tradicional rifirrafe con los populares. Aunque no se sabe qué hubiera sido peor, a tenor del serio semblante con el que la vicepresidenta siguió la cascada de preguntas dirigidas a su nuevo compañero de escaño, al que llegó a hacer un gesto con la mano pidiéndole calma, calma; vamos, que no se ensañase con los de enfrente. Pero ni por ésas.Tal fue el protagonismo que copó Bermejo, que el siempre tan esperado cara a cara entre José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy pasó a un segundo plano, por no decir prácticamente desapercibido. El presidente, además, salió a toda prisa antes de que comenzase el duelo de su ministro con la bancada popular. Como para perdérselo. Eso debió pensar el "ex" Juan Fernando López Aguilar, ahora sentado en una fila superior como el resto de diputados del Grupo Socialista, y a quien se le vio con una cara de póquer notable y muy pocas ganas de aplaudir a su sucesor en el cargo. Desde luego que el ministro dio juego, guardó el tipo, no le tembló la voz y en tono casi monjil soltó todo lo soltable. Se desquitó. Y eso que eran siete contra uno. De "hooligan", "chulo" y "macarra" fue tachado en pasillos, donde los populares se llevaban las manos a la cabeza con cada una de las cosas que había afirmado en la Cámara el nuevo ministro, quien no parece necesitar ninguna nota y descargó sus nervios (si es que los tenía) tocándose compulsivamente los dos puños de su camisa con una y otra mano, además de cambiarse de gafas mientras hablaba. Será por esos "tics" extraños que se le achacan. Pataleos, aplausos, y gritos, por parte de los diputados populares, de "¡Es una vergüenza!", protagonizaron toda la sesión de control. La cosa se calentó cuando Bermejo le espetó a Zaplana (que por cierto, estuvo sembrado, como la también popular Dolors Nadal) que reconocía que saber, sabía mucho, pero de "ladrillos": un comentario que los populares no querían ni valorar después; a la mayoría ni siquiera les parecía la acusación para tenerse en cuenta. Lo que en cambio sí valoraron como lo más grave fue que el ministro siguiera manteniendo la "falta de legitimidad" del Consejo General del Poder Judicial; claro, que tal y como están las cosas, la renovación de sus miembros va para largo. ¿O alguien pensó que el PP va a pactar una coma con este ministro? Fueron varias las bienvenidas que se le dieron, las del PP con mucho sarcasmo. Bermejo saludó efusivamente a Zapatero a su entrada en el hemiciclo, como efusivo fue el apretón de manos con el titular de Exteriores Miguel Ángel Moratinos. Para que no se diga que el fiscal venido a ministro no tiene amigos. Pero bienvenida también se dio al otro ex ministro de Justicia presente en la Cámara, el diputado popular José María Michavila, quien por primera vez en esta legislatura formuló una pregunta oral al Gobierno, en este caso a Bermejo, del que no tiene precisamente muy buenos recuerdos durante su etapa de fiscal Jefe de Madrid. La reaparición del ex ministro sorprendió y mucho entre la tribu periodística, después de haberse llevado el premio de "diputado desconocido" en 2006, no tanto por sus ausencias como por su "mudez". En cuanto a las faltas, él lo niega, alegando que nada más ha faltado tres veces. Otros, en cambio, meten el dedo en el ojo al señalar que tan solo ha realizado, en tres años de labor parlamentaria, dos preguntas por escrito al Ejecutivo. De ahí lo de "mudo", se supone. El "retorno" de Michavila llegó el mismo día en que anunciaron el nombramiento de Bermejo, cuando se aupó como "portavoz" en asuntos de Justicia a petición del propio Rajoy, mediante llamada telefónica al "mudito" de la activa directora de Comunicación del PP, Carmen Martínez Castro. Seguirá ejerciendo esa labor, pese a quien pese, y volverá a preguntar a Bermejo en las próximas semanas, tal y como él mismo confirmó en pasillos. Algunos populares se preguntaban por qué Ignacio Astarloa, portavoz de Justicia del PP, no formuló ninguna pregunta. Tiempo habrá, decían otros. De aquí a final de legislatura el circo está asegurado: "¡Pero si esto es lo normal y como tiene que ser!", decía otro diputado popular sorprendido de que se le estuviera dando tanto bombo a este Pleno. Veremos si en el próximo, el ministro cuelga sus guantes de boxeo.
miércoles, febrero 21, 2007
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