2-IV-2008
Alianzas con un PNV que sigue en Estella
Que ETA responda al PSOE con la misma virulencia con la que los terroristas respondieron al PNV tras la tregua del 98, no impide que todos ellos puedan volver a ser temporales compañeros de viaje
A la vista de cómo avanzan en el Congreso y en el Senado las alianzas entre el PSOE y el PNV, poco le importa a Zapatero que los nacionalistas vascos se nieguen a respaldar la moción de censura contra la alcaldesa proetarra de Mondragón o a retirar el nombre de etarras a calles y plazas en los más de nueve municipios vascos que preside el PNV.
De hecho, y para que ninguna "fase de confrontación" entre ETA y el PSOE llame a nadie a engaño, recordemos que ha sido la condescendencia del Gobierno de Zapatero la que ha facilitado la vuelta de los proetarras a las instituciones y que, con posteridad al "alto el fuego" etarra, los socialistas han seguido negándose a desmarcarse de los nacionalistas, tanto en la vigente resolución parlamentaria en favor del diálogo con ETA, como ante la fracasada resolución del PP que pretendía poner fin a ese insulto a las víctimas y a esa exaltación a sus verdugos que da nombre a calles y plazas en algunos municipios vascos.
Por mucho que ahora ETA responda al PSOE con la misma virulencia con la que los terroristas respondieron al PNV tras la tregua del 98, no olvidemos que el PSOE de Zapatero, al igual que hieran entonces los firmantes del Pacto de Estella, prenegoció con la banda terrorista un "alto el fuego" bajo unos compromisos políticos adquiridos que no por consumados deberían resultar, ni entonces ni ahora, menos indecentes.
Por mucho que ETA deje claro hoy en el Gara que sus objetivos son los de siempre y que no se contentará con un nuevo "estatuto de autonomía" por muy inconstitucional que sea, eso no supone que haya que descartar que los terroristas vayan a dar una cobertura temporal a un avance soberanista en el País Vasco, por muy insuficiente que este resulte para ellos. De hecho, esos objetivos maximalistas de autodeterminación y de anexión de Navarra por los que ETA insiste en matar son los mismos que ETA ha dicho perseguir cada vez que ha convocado una tregua.En cualquier caso, el PSOE parece dispuesto, con o sin el anestésico de una tregua, a ese "avance" soberanista con tal de no perder el favor del PNV. Y la memoria de Isaías Carrasco parece importarle tan poco como la del resto de las victimas.
http://www.libertaddigital.com/opiniones/opinion_42823.html
martes, abril 01, 2008
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