domingo, abril 27, 2008

German Yanke, Secuestro y rescata

lunes 28 de abril de 2008
Secuestro y rescate
Germán Yanke
Tras la liberación de la tripulación del pesquero español en las costas de Somalia, atribuida oficialmente a la acción “diplomática”, se sospecha —lo que no ha sido desmentido— del pago de un rescate a los modernos piratas. En las quejas que ya se han adelantado hay una cierta hipocresía, pero antes de ella se observa una actitud sorprendente en el debate político y social ante cualquiera de los problemas con los que podamos enfrentarnos. Parece, o se quiere hacer parecer, que esas dificultades son del Gobierno, y no de España. Está muy gracioso recordar aquella broma italiana de que, si llueve, la culpa la tiene el Gobierno (en nuestro caso sería la sequía), pero hay cuestiones, generales y concretas, desde la economía a un secuestro pirata como éste, en el que, aunque se discrepe, la preocupación de todos tendría que reflejarse en la acción de todos. Hay temas en los que, insisto, aún discrepando con espíritu positivo, se debe estar “con” el Gobierno y no a la espera pasiva del primer error.
Durante este secuestro se ha puesto de manifiesto, para discutir al Gobierno antes de que se resolviese de un modo u otro, la energía de Francia —con el mito Sarkozy de por medio— y el recuerdo de las imágenes de la Armada francesa trasladando a los pasajeros del yate también secuestrado hasta el buque militar. Pero Francia hizo también sus gestiones “diplomáticas” y, antes del abordaje, pagó el rescate que sólo en parte pudo recuperar después. Así que no nos escandalicemos antes de tiempo, sobre todo desde esas actitudes pasmosas que parecen ver en el Estado una maquinaria no al servicio de los ciudadanos, sino de los propios. Anoto esto último porque se ha dicho que, antes de gestiones de cualquier tipo o de una intervención militar, había que comprobar si en el pesquero se había ocultado la bandera española para que ondeara la ikurriña.
¿Se debía pagar, en el caso de que se haya hecho? Creo que sí, para resolver la emergencia, no el problema. Como hizo Francia, se trataba de salvar la vida de los seres humanos secuestrados por piratas que, lejos de cualquier tópico romántico, son una organización criminal en las costas de un país que ni es un Estado de Derecho ni supone ninguna garantía. Así que dejemos la hipocresía y coloquémonos del lado del sentido común. Pero así se resuelve la emergencia, no un problema que, en las circunstancias descritas, es endémico y que precisa no tanto la presencia de patrulleras españolas escoltando a los pesqueros, sino la acción internacional, “diplomática” y no diplomática, como varios países, con evidente retraso, han reclamado esta última semana en la ONU.
Queda, por tanto, la persecución de los secuestradores para que sean puestos a disposición de la Justicia —lo que también hizo la Armada francesa— y la acción internacional para luchar contra una mafia que también tiene sus derivaciones en Europa. Pero pagar, como instrumento inicial, no debería ser motivo de batalla.

http://www.estrelladigital.es/diario/articulo.asp?sec=opi&fech=28/04/2008&name=german

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