lunes, abril 21, 2008

Carrascal, Liberalismo a la española

martes 22 de abril de 2008
Liberalismo a la española

POR JOSÉ MARÍA CARRASCAL
EL centro-derecha español está haciendo lo que mejor sabe hacer: pelearse contra él mismo. Fórmula infalible para servir en bandeja la victoria al adversario, como acaba de ocurrir. Y miren que lo tenían fácil, con la cantidad de errores cometidos por Zapatero. Hubiese sido una buena razón para pedir la substitución de Rajoy, pero nadie se atreve a pedirla abiertamente. En vez de ello, se han enzarzado en una «batalla de ideas» que no conduce a nada y confunde a todos.
¿Tan difícil es entender que en un partido caben hoy corrientes distintas, es más, que, como les apuntaba en una reciente Postal, los partidos modernos tienen un ala derecha y un ala izquierda, para abarcar la compleja sociedad de nuestros días? ¿No se han detenido a pensar que en el espectro liberal hay espacio más que suficiente para acoger los rasgos socialdemócratas asumidos ya por todos? Ellos, que presumen de admiradores de los Estados Unidos, ¿no se han enterado de que un demócrata del norte está más cerca de un republicano del norte que de un demócrata del sur y viceversa? En un momento como el que atraviesa España, en el que está sobre la mesa si Zapatero ha abandonado o no sus experimentos de aprendiz de brujo con ETA, con la ordenación territorial, con la reforma de la justicia, con el reparto del agua, con la crisis económica que se nos viene encima, ponerse a discutir quién es más liberal y quién, más socialdemócrata se me antoja tan infantil como el debate de los teólogos de la Baja Edad Media sobre el sexo de los ángeles, mientras fuera de sus cenáculos irrumpía el mundo moderno. Aparte de autodestructivo, pues en las luchas intestinas, aunque se combate al hombre, o mujer, lo que realmente se ataca es la causa común. Se trata, en fin, de sumar, no de restar.
Si el Partido Popular quiere recuperar un día el poder, tiene que dejar al PSOE el pensamiento y el mando único, al que está acostumbrado por tradición y por vocación, e intentar ser un reflejo de la policroma España actual, en vez de confinarse a una clase social o a una parcela ideológica. Puede haber tensiones entre las distintas corrientes, es incluso sano que las haya. Pero sin excluir a nadie. Al revés, deberían estar contentos de que hubiera entre ellos socialdemócratas, personas de procedencia izquierdista que se han alejado del PSOE ante el sesgo que la ha dado Zapatero. Lo malo es que han llegado demasiado pocos, puede por ver como los tratan.
A no ser que, detrás del ese «debate de ideas» esté la lucha por el poder monda y lironda. Que es legítima, siempre que se reconozca abiertamente y que las ambiciones personales se subordinen a la causa común. Una causa común liberal que pide inclusiones, no exclusiones, como están haciendo. Lo que indica un liberalismo muy especial, muy español. Casi tanto como el izquierdismo de Zapatero. Aunque ese es otro cantar. ¿O es el mismo, el de siempre, el de los liberales que envían exilio y los socialistas, a la cárcel o paredón?


http://www.abc.es/20080422/opinion-firmas/liberalismo-espanola_200804220251.html

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