German Yanke, Esperpento popular... y Zaplana

martes 22 de abril de 2008
Esperpento popular… y Zaplana
Germán Yanke
Esperpento grotesco. Según se mire, las dos palabras pueden ser sinónimas pero juntas dan mejor idea de esta aventurilla fatua del PP con los amagos de alternativa a Rajoy y las propuestas de debate ideológico. Por el momento, todo el impulso de Esperanza Aguirre para presentarse como candidata a la presidencia del PP en el congreso de junio ha quedado en nada, en que no se presentará, según dijo ayer en Madrid. Y todo el debate propuesto para el partido, con un supuesto liberalismo de por medio, no era tal sino la invitación a debatir con el socialismo. Vaya fiasco después de tantas expectativas: ni candidatura ni batalla para que el liberalismo (supuesto, insisto) sea la ideología, o al menos la dominante, en el PP. Para finalizar la representación teatral sale Mariano Rajoy al escenario y, como si explicara a los espectadores la falsa moraleja de la obrita, dice que nunca imaginó a un “activo” tan importante como Aguirre fuera del PP. Fin de la primera parte.
De la primera parte porque los estrategas de la presidenta de Madrid, los que le dijeron que se lanzara a la piscina porque Rajoy estaba muerto, le dicen ahora que no, que no está muerto, que será reelegido en el congreso de junio, aunque después se pudrirá en sus propias contradicciones. Es decir, que espere al siguiente congreso, al más próximo a las elecciones del 2012. Ése es ahora el planteamiento de los palmeros de Esperanza Aguirre, que le dicen, además, que, cuanto más tarde, mejor, que se evita así ser la líder de la oposición sin estar en el Congreso. El asunto es de una obviedad que poco tiene que ver con la habilidad precisa para jugar al póquer o al mus, porque se le descubren sin problema las cartas y las señas. El único parecido con una partida de cartas es que se retira para no ser vencida y jugar la próxima.
Así que Aguirre tiene todavía pendiente el órdago y Mariano Rajoy la estrategia entera para recomponer su liderazgo tras el esperpento y salvar a su partido del abucheo del respetable.
Pero lo mejor, lo más llamativo, casi inconmensurable, no estaba en esos escenarios madrileños. El mayor titiritero del PP, Eduardo Zaplana, se despachaba al mismo tiempo contra Mariano Rajoy diciendo que en el citado partido “sobran expresiones” como las utilizadas por el presidente del PP en Elche. Caramba. Lleva cuatro años Rajoy callando ante las inconveniencias del ex portavoz, ante las expresiones sobrantes, las estrategias parlamentarias suicidas y los negocios, y ahora le responde Zaplana con un papelito teatral de esta naturaleza.
Si piden análisis electorales serios unos y otros para saber qué le pasó al PP el pasado 9 de marzo, que reflexionen sobre esto: Rajoy perdió porque aguantó a Zaplana, elogió a Aguirre como modelo, escuchó a sus comentaristas financiados y perdió el norte. El centro quería decir.

http://www.estrelladigital.es/diario/articulo.asp?sec=opi&fech=22/04/2008&name=german