Adios, superavit, adios

24-IV-2008
Adiós, superávit, adiós
Creer que el gasto público es la solución a las penurias económicas que habremos de sufrir durante los próximos años es intentar hacernos regresar a la época anterior a la caída del muro de Berlín.

Las dos tardes que Zapatero nunca estudió le permitieron repetir por activa y por pasiva que el gran ahorro que había hecho el Estado y que se reflejaba en el superávit nos permitiría solventar con mayor facilidad esta crisis, que en realidad no es crisis sino desaceleración, culpa de los norteamericanos y de George Bush. Pues bien, tras conocerse que el superávit se ha visto reducido a la mitad sólo durante el primer trimestre, antes de poner en marcha la parte mollar del programa de Solbes para superar la crisis, la pregunta a hacerse empieza a ser en qué trimestre se empezará a registrar déficit.Creer que el gasto público es la solución a las penurias económicas que habremos de sufrir durante los próximos años es intentar hacernos regresar a la época anterior a la caída del muro de Berlín. Es el sector privado el único capaz de encontrar la puerta de salida, y lo hará antes cuanto menos trabas le ponga el Estado. Confiar en los poderes casi mágicos del gasto que permitía el superávit se ha demostrado erróneo, pues aun lejos de alcanzar lo peor de la crisis ese bálsamo de Fierabrás ya se ha reducido a la mitad. Lo malo es que parece que el Gobierno lo ha confiado todo a esa carta. De modo que tendremos que añadir el déficit público a la lista de problemas económicos a los que deberá enfrentarse España.

http://www.libertaddigital.com/opiniones/opinion_43217.html