miercoles 23 de abril de 2008
El Gobierno echa humo
Manuel Peñalosa (Elsemanaldigital.com)
Z APATERO ha formado un Gobierno fotogénico, de novela pastoril, para administrar una inexistente e idílica bonanza, que recuerda mucho al cuento del emperador desnudo, y en el que hasta ahora prima la anécdota sobre la consistencia y fiabilidad del equipo. Es el estilo inconfundible del presidente. Lo substancial cede siempre el paso a lo accesorio, el adorno y puesta en escena de las decisiones prevalece invariablemente ante la enjundia y oportunidad de las mismas. El celofán le sale bien e insiste una y otra vez en el envoltorio. Las condiciones fisiológicas de la titular de Defensa han solapado cualquier otro objetivo estratégico militar. El número de las ministras, superior al de los ministros, se ha querido convertir en un bien en sí mismo, en una panacea al margen de capacidades, eficacias y aptitudes. La concurrencia oficial de Solbes y Sebastián, por ejemplo, no ha pasado de un duelo abierto por el protagonismo vicario entre ambos, sin ningún interés ni provecho públicos. La milagrosa conversión de Bermejo en el camino del consenso se queda con los mismos enteros de credibilidad que tenía antes, en agua de borrajas. Crear un Ministerio de (o para) la Igualdad se antoja inoperante y gaseoso, vacuo y muy decorativo. Reincidir en Vivienda sólo se entiende por no reconocer el desacierto anterior y seguir haciendo propaganda sin competencia. Los cambios de denominación y jurisdicción de algunos ministerios responden más a mareos de perdiz que a una razonable y eficaz redistribución de cometidos. Cuando los focos han rebajado la intensidad de su atención a los tejidos y novedades y a las alharacas y el Gobierno se ha visto obligado a sacudirse la modorra del éxito, aguijoneado por la profunda crisis económica, vuelve a verse con toda claridad el humo de la apariencia y el reclamo
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miércoles, abril 23, 2008
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