jueves 24 de abril de 2008
Espe se arruga pero no se calla…
José Oneto
El conflicto planteado por la presidenta de la Comunidad de Madrid, que parecía resuelto después de que se hiciese pública la posibilidad de un pacto entre ella y Mariano Rajoy (“No hay ningún tipo de pacto”, ha declarado Aguirre, empeñada en seguir la batalla) se ha agudizado aún más con las últimas declaraciones de la combativa presidenta madrileña, que frente a la petición del presidente fundador del partido, Manuel Fraga, ha reaccionado, airada, afirmando que a ella nadie le aplica “la ley de la mordaza”.
Manuel Fraga, que ante la crisis que está viviendo el partido y que él, junto a José María Aznar, contribuyó a lo que se conoce como “refundación”, ha dado la señal de alerta y le ha pedido a Esperanza Aguirre lo mismo que le exigió el Rey Juan Carlos al presidente venezolano en la Cumbre Iberoamericana de Chile. “¿Por qué no te callas?”. Pero, al igual que Chávez, Esperanza Aguirre no sólo no se ha callado sino que, después de afirmar que a ella no hay nadie que le ponga una mordaza (y mucho menos Fraga, aunque sea uno de los padres fundadores del partido), se ha sumado a la propuesta “espontánea”, pero que parece surgida de la Puerta del Sol madrileña, sede la Presidencia de la Comunidad, y apoyada por el periódico El Mundo, de que el próximo candidato a la Presidencia del Gobierno sea elegido en unas elecciones primarias.
La propuesta es del concejal del distrito de Salamanca Íñigo Henríquez de Luna, un hombre de Esperanza Aguirre, metido con calzador por el partido de Madrid en las listas municipales de Alberto Ruiz-Gallardón, con el que ha tenido algún que otro conflicto y que, aun manifestando su lealtad a Mariano Rajoy, cree que el mejor método para elegir al candidato del Partido Popular a las próximas generales es convocar unas primarias a las que pueda presentarse cualquier candidato que lo desee.
Si los afiliados del Partido Popular pudieran elegir al candidato, en lugar de 700.000 militantes seríamos 1.500.000, ha declarado el concejal madrileño olvidando que el propio Aznar, que nombró a dedo a Mariano Rajoy (igual que Aznar fue nombrado a dedo por Manuel Fraga), se manifestó siempre en contra de una elección de ese tipo, e hizo aprobar unos estatutos blindados, como los que se están aplicando en el Congreso que se va a celebrar en Valencia, que hacen prácticamente imposible que nadie, ajeno al aparato, pueda conseguir esos seiscientos avales que son necesarios para presentar una alternativa frente al candidato oficial.
La propuesta del concejal del distrito madrileño de Salamanca, probablemente inspirada por la presidenta madrileña, es difícilmente rechazable, sobre todo en un partido que ha sido dirigido con mano de hierro primero por Manuel Fraga y después por José Maria Aznar, que no conoce la democracia interna y que siempre se ha movido por las órdenes del líder de turno, ninguno de ellos elegido por las bases sino impuesto por el aparato.
Con esa propuesta, Esperanza Aguirre ha visto el cielo abierto y se ha replegado hasta el mes de junio (aunque es prácticamente imposible que hasta esa fecha esté callada, como le vienen pidiendo muchos militantes preocupados por el grado de agresividad que ha alcanzado el enfrentamiento entre ella y Mariano Rajoy) para dar la batalla en el congreso de Valencia, en el que planteará primero un cambio de los estatutos que elimine ese corsé de los avales y después esa enmienda a la totalidad para que, dentro del PP, igual que ocurrió en el Partido Socialista, se celebren primarias, sobre todo para elegir quién va a ser el candidato a la Presidencia del Gobierno en el año 2012.
Ahora Esperanza se ha arrugado, pero ni se da por derrotada ni está dispuesta a tirar la toalla, como parecía hace unos días… Y además no está dispuesta a callarse.
http://www.estrelladigital.es/diario/articulo.asp?sec=opi&fech=24/04/2008&name=oneto
jueves, abril 24, 2008
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