lunes 21 de abril de 2008
¿‘Espe’ está muerta o herida?
José Oneto
“Yo pensé que estaba herida, pero después de que Rajoy le haya invitado a irse está muerta”. Quien me trazaba ese pronóstico es un viejo conocido de la presidenta de la Comunidad de Madrid, que tiene una lejana relación de parentesco con ella y que ha seguido apasionado los sucesivos órdagos que a lo largo de estos meses Esperanza Aguirre le ha echado al presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy.
“Aún recuerdo a Espe Aguirre —me dice en un correo electrónico lleno de ocurrencias y de brillantez— por los años noventa junto a su marido Fernando, mezclada entre nacionalistas y batasunos, haciendo cola para comulgar en la iglesia de los franciscanos de Zarautz, mientras las feligresas de mi banco se decían en voz baja: ‘¡Qué huevos tiene ésa. Aguirre tenía que aperrillarse. Ésta, de haberse quedado aquí, en el caserío, hubiese sido de las nuestras’. ‘Jolín, que sí’, decía la otra mientras resoplaba, levantaba la vista al Cristo que preside la Iglesia y meneaba una mano con determinación y brío. Y, luego, a mediodía, era digno de ver a Espe, nadando con una tranquilidad pasmosa —como si estuviera en Deauville o Saint-Malo— por las aguas de Zarautz, seguida bajo el agua por un ertzaina buceador. Lo que hubiesen disfrutado Pablo Sebastián y Alberto Ruiz-Gallardón siendo ‘ertzaina por un día’… bajo el agua.”
“Si Espe fuese una auténtica liberal —concluye mi brillante comunicante—, debería presentar su candidatura a la presidencia del Partido Popular no para fastidiar a un buen Presidente como Rajoy, sino para poner en práctica las ideas que, sobre el liberalismo, preconizaba nuestro paisano Unamuno.”
Lo malo es que Espe no es liberal. Ni ella ni quienes la apoyan desesperadamente desde el periódico El Mundo ni desde la cadena de emisoras del Episcopado, la COPE, donde el insulto, la descalificación, la insidia, la manipulación y la calumnia forman parte del libro de estilo de la casa.
Espe simplemente ha querido disfrazar de liberalismo su legítima ambición de llegar a la Presidencia del Partido Popular porque, desde hace años, la trama mediática que ella ha creado, ha subvencionado y ha mimado, le ha convencido de que puede ser la primera mujer que llegue a la Presidencia del Gobierno de España. Y, sobre todo, “no se resigna” a que su auténtico adversario, al que odia con todas sus fuerzas, el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, pueda entrar en el equipo que está confeccionando Rajoy de cara al congreso de junio en Valencia.
Ésa fue la pregunta que le formuló en el célebre almuerzo del restaurante Zalacaín a un Rajoy que no suele contestar a las preguntas de forma directa sino con vaguedades o con otra pregunta. O, simplemente, con esa fórmula que empieza a utilizar como si fuese José María Aznar: “Esto es lo que hay”.
Lo volvió a utilizar en Elche cuando invitó a Esperanza Aguirre a marcharse del Partido Popular con sus “liberales”, esos que a lo largo de la reciente historia de nuestra democracia tan poco han hecho por las libertades, salvo “conspirar”, como lo hicieron con la desaparecida UCD (Unión de Centro Democrático).
“Esto es lo que hay”, volvió a repetir Rajoy para zanjar una pelea que cada vez recuerda más a los enfrentamientos que hubo en UCD entre liberales, socialdemócratas, demócratas cristianos y dirigentes del Movimiento “reconvertidos”.
A pesar de las dificultades, Espe tiene que presentarse y Rajoy, en vez de pedirle que se vaya, le debería prestar los avales suficientes como para que el congreso de Valencia no se convierta en un congreso a la búlgara. Pero lo que no puede es abrir un debate ideológico falso que nunca se ha abierto, porque es escandalosamente oportunista, en los últimos dieciocho años de historia del Partido Popular.
Porque, como decía uno, el liberalismo, como el socialismo, es un método, no un dogma. Es, sobre todo, “un método de libre examen”.
http://www.estrelladigital.es/diario/articulo.asp?sec=opi&fech=21/04/2008&name=oneto
lunes, abril 21, 2008
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