miércoles, octubre 03, 2007

Kepa Aulestia, Dialogo y farsa

Diálogo y farsa
04.10.2007 -
KEPA AULESTIA

La cita que el próximo 16 de octubre mantendrán el presidente Rodríguez Zapatero y el lehendakari Ibarretxe ofrece un margen de tiempo para que éste y sobre todo su partido echen un vistazo a los efectos que ya ha generado la 'hoja de ruta' dictada por el inquilino de Ajuria Enea. Si Ibarretxe leyera los periódicos o escuchara la radio no podría sentirse muy a gusto de cómo ha sido recibida su iniciativa. Ningún entusiasmo en los partidarios, inquietud general y oposición frontal de los no nacionalistas. Claro que cuando el oído y la vista de una persona se vuelven selectivos, y se disponen a atender únicamente las voces y fragmentos que más le convienen, el principio de realidad no sólo desaparece sino que pierde toda oportunidad de regresar.Al parecer Ibarretxe ya había adelantado a Imaz y a Rodríguez Zapatero cuáles eran sus intenciones. Es de suponer que o ni siquiera intentaron disuadirle, o no lo consiguieron. Lo cual permite pensar que, una vez hecho público su objetivo, será imposible hacerle desistir de su alambicada agenda, con su doble consulta. En otras palabras, Ibarretxe no escuchará nada más que lo que quiera oír. Es decir, escuchará aquello que convenga al papel que pretenda oficiar a la salida de la reunión. Oirá el no del presidente a la consulta si previamente decide hacerse la víctima ante las cámaras. Pero si lo que quiere es salir irradiando ilusión por la apertura del «nuevo ciclo histórico», lo hará diga lo que le diga Rodríguez Zapatero. El diálogo siempre tiene algo de farsa. Trata de influir en la conducta del otro mostrando una faz ensayada y ocultando cuando menos alguna de las intenciones que se albergan. Pero cuando el diálogo se convierte en mera puesta en escena, en el recurso tras el que se pretende ocultar la indisposición más absoluta a atender al clamor de la realidad circundante, entonces la farsa ocupa todo el escenario. Y quien así actúa no puede esperar más que réplicas de farsa, exageradas por acción o por omisión. Es muy posible que el guión redactado por Juan José Ibarretxe, por su propia inviabilidad, acabe obligando al PNV a nominarlo de nuevo como candidato a lehendakari en las autonómicas de 2009. De manera que la farsa dialogante, lejos de envolver a la opinión pública, acabaría comprometiendo únicamente al movimiento jeltzale. Sería la demostración definitiva de que la enmienda de adición introducida por Ibarretxe en la ponencia política de su partido ha acabado con la fingida síntesis lograda por sus redactores poniendo al PNV siempre a merced de la apuesta más soberanista.k.aulestia@diario-elcorreo.com

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