jueves, octubre 25, 2007

George Will, No nos olvidamos de la clase media

viernes 26 de octubre de 2007
Pensiones y subsidios agrarios
No nos olvidamos de la clase media
¿Cómo es posible que las personas con ingresos por encima de la media puedan acceder a un programa destinado a los que tienen pocos recursos?

George Will

Explicando una propuesta simple de ley para ayudar a que la gente ahorrara para su retiro, Hillary Clinton dijo que "no debería hacer falta un doctorado para ahorrar para la jubilación". ¿Pero serán los doctores capaces de comprender la aritmética y la lógica del progresismo?
Considere la controversia con motivo del State Children's Health Insurance Program (SCHIP), que se va a someter a renovación. La mayoría de los republicanos está a favor de prorrogarlo. Casi todos los demócratas, y algunos republicanos, están a favor de expandirlo de forma tal que lo transformarían en otra cosa.
El SCHIP se describe como un programa de ayuda "a los niños pobres" o a los niños de "la clase trabajadora pobre". Todo el mundo está de acuerdo en que está destinado a personas "de ingresos reducidos". Bajo la propuesta de ley que Bush vetó y que los demócratas no lograron hacer aprobar después, los estados podrían extender la elegibilidad a los hogares que ingresen 61.950 dólares. Pero en Estados Unidos los ingresos medios por hogar son de 48.201 dólares. ¿Cómo es posible que las personas con ingresos por encima de la media puedan acceder a un programa destinado a los que tienen pocos recursos?
La política opera a menudo según la Ley de Humpty Dumpty, el cual dice, en A través del espejo: "Cuando yo uso una palabra, quiere decir lo que yo quiero que diga, ni más ni menos". Pero quienes se pasan el día jactándose de su compasión deberían mostrar alguna hacia la lengua.
La idea de Clinton de ayudar a los americanos a ahorrar para la jubilación es ésta: cualquier familia con ingresos menores a 60.000 dólares anuales que aparte 1.000 dólares para el nuevo plan de pensiones del tipo 401(k) recibirá una desgravación fiscal equivalente a esos 1.000 dólares. A quienes ganan entre 60.000 dólares y 100.000 dólares, el Gobierno le recortará en impuestos la mitad de los primeros 1.000 dólares. También propone sustituir los fondos perdidos por estas desgravaciones haciendo pagar a quienes mantendrán el ánimo ante la desgracia –los muertos– congelando las exenciones al impuesto de sucesiones en su nivel previsto para 2009.
Se puede hacer una defensa liberal de cosas parecidas a la propuesta de Clinton. Se podría decir que se puede reducir la oferta de Estado reduciendo la demanda de sus servicios, y hacerlo concediendo a la gente la propiedad de unos activos privados cada vez mayores como base de su seguridad financiera. Se incrementaría la deplorable tasa de ahorro de la nación estimulando simultáneamente la educación y moderación económicas de los norteamericanos dando a más gente una parte del pastel en los mercados.
George W. Bush hizo esta argumentación en su defensa de los planes de pensiones individuales financiados mediante una parte de los impuestos de la seguridad social de los individuos, que se invertirían en fondos basados en acciones y bonos. Cuando propuso esto, la Clinton se opuso tajantemente, y no sólo porque pensara que minaría la solvencia y el apoyo político a la seguridad social. También dijo que era una jugada peligrosa que haría insegura la jubilación, al vincular los planes de pensiones al mercado de valores. Haciéndose eco de un eslogan de la campaña presidencial del 2000 de Al Gore, dijo que la inversión en fondos de jubilación basados en el mercado de valores era "un esquema arriesgado".
Su página web hoy llama a su propuesta una manera de ahorrar para "una jubilación segura". Después de caerse del caballo en un momento que no nos ha revelado, reconoce un poco tarde que los fondos 401(k) invertidos en acciones son un cimiento de la seguridad financiera.
John Edwards tiene también su propio cacao mental. Para entretenimiento de los habitantes de Iowa, se ha reinventado como la populista del Kansas del XIX Mary Elizabeth Lease, que instaba a los granjeros a "cultivar menos maíz y más problemas". En agosto, Edwards instó a una audiencia de Iowa a sacudirse el yugo de Washington: "Necesitamos quitarles las riendas a estos entrometidos que están dirigiendo el sistema en contra vuestra."
Para averiguar exactamente cuántos habitantes de Iowa están sufriendo a consecuencia del yugo este, pidieron a Stephen Slivinski, del liberal Cato Institute, que investigase en los datos más recientes de la Oficina del Censo. Concluyó que los habitantes de Iowa pagaron 15.600 millones de dólares en impuestos al Gobierno federal y obtuvieron a cambio 19.400 millones, un beneficio neto de 1.286,53 dólares por cada habitante de Iowa.
Pero esto no es todo. Washington ha manipulado el sistema para inundar al Iowa cultivadora de maíz de subsidios al etanol fabricado con maíz. Slivinski afirma que es difícil precisar la cosecha de dólares de los granjeros de Iowa porque las subvenciones vienen de exenciones de impuestos indirectos y aranceles (54 centavos por galón importado) que sofocan la competencia procedente de las importaciones de etanol barato. Sin embargo, es razonable añadir 2.000 millones de dólares a los beneficios de Iowa procedentes de la manipulación del sistema por parte de Washington, de modo que el beneficio promedio neto por habitante de Iowa es de al menos 1.963,65 dólares.
Suponga que Iowa no tuviera los cruciales caucus de nominación presidencial. O suponga que los tuviera pero que su cultivo más importante fuera, digamos, el brócoli en lugar del maíz. ¿Aún estaría el Gobierno federal, en fin, manipulando el sistema para crear un "mercado" falso para satisfacer una "demanda" cuestionable de etanol obligatorio y subvencionado? No, pero probablemente estaría obligando a tomar brócoli en cada comida.Muchos políticos se muestran condescendientes hacia la inclinación actual de los norteamericanos a la autocompasión, como Edwards hace con entusiasmo. De ahí el incesante parloteo sobre "la clase media olvidada". Dado que no dejan de hablar de eso, es evidente que se están refutando a sí mismos.
© Washington Post Writers Group

http://www.libertaddigital.com/opiniones/opinion_40077.html

No hay comentarios: