miércoles, octubre 10, 2007

Andres Montero, Realismo en Aberzalia

Realismos en Abertzalia
11.10.2007 -
ANDRÉS MONTERO GÓMEZ

Los vascos de los seis territorios constituyen un mismo pueblo unido por su origen y por su voluntad, dueño de sí mismo, sin que reconozcan y acaten otra soberanía». Esta afirmación, que deja poco espacio para la duda, la pueden atribuir ustedes a cualquier abertzale de Dios, Patria y Ley Vieja. En realidad, la cita está tomada literalmente de la declaración del centenario del PNV. El jeltzalismo no reconoce otra soberanía que la derivada de la territorialidad de esos seis enclaves. De momento, por otro lado, el PNV no ha culminado la materialización total de sus principios ideológicos, puesto que aunque declaran no acatar otra soberanía, aparentemente han 'aceptado' la soberanía del pueblo español, ése que menciona la Constitución.Desde una perspectiva democrática no hay objeción. El PNV puede hacer su planteamiento soberanista, canalizarlo a través de las instituciones y esperar a acumular suficiente masa crítica como para traducirlo en una realidad tangible. Es lo que están intentando, sin abjurar de sus principios, sin renunciar a la íntima convicción de que la soberanía de Euzkadi reside en los seis territorios, en una causa vasca a la que han jurado «fidelidad sin contraponer jamás el interés particular al de la Patria». El independentismo para el PNV, por tanto, no es cuestión de matices, sino de tiempos y estrategias. Entender esto es fundamental para comprender que entre Imaz e Ibarretxe no hay más que diferencias de estrategias, pero ninguna fractura de fondo.La diferencia entre ETA-HB y el PNV es el terrorismo, la violencia. Es una diferencia importante, mayúscula, significativa. Los unos son criminales, los otros no. El terrorismo de ETA ha decidido asesinar ciudadanos revistiendo su criminalidad con el argumento de no acatar esa soberanía constitucional del pueblo español. El PNV, por su parte, reconoce el mismo principio soberano que HB sobre los territorios de la Nación Vasca («cuyo ser político ha de expresarse a partir de la recuperación de su soberanía nacional», recuperación dicen) y, de momento, acata 'otra' soberanía. Esta acomodación, más que acatamiento, de la soberanía le fastidia a Ibarretxe y, con él, a la mayor parte del PNV, que ha decidido imprimir tensión al ritmo político.Al tiempo que Ibarretxe acelera el soberanismo explícito, ETA y Batasuna declaran la guerra al Gobierno español. El planteamiento belicista recuerda algo a la guerra contra el terrorismo y, como ella, revela la naturaleza mutuamente reforzante que tienen los conceptos y la terminología manejados por los diversos actores en este mundillo criminal y subcultural del terrorismo. Afortunadamente, en España tenemos claro (¿o no?) que la guerra y la paz nada tienen que ver con el modus vivendi (occidendi) de ETA, y lo tratamos como una manifestación, trágica y dolorosa, del crimen organizado. En fin, que es curioso el paralelo que en estos momentos muestran abertzalismo jeltzale y batasuno, cada uno respondiendo a sus principios rectores, los unos sin violencia y los otros con terrorismo, pero buscando el mismo o muy similar horizonte ideológico. Ambos se han lanzado al monte, los jeltzales con un órdago ilegal y los etarras con un retorno a la violencia que habían suspendido transitoriamente para dejarla en un perfil logístico, de aprovisionamiento, de reorganización.A mí me agrada que el PNV o que cualquiera, en democracia, tenga la motivación y los arrestos suficientes como para plantear que existe una soberanía originaria, no sé si imaginaria, sobre unos ciertos territorios, que por lo pronto están a caballo entre dos países. ETA es una organización criminal y sus argumentos deberían importarnos nada, salvo en lo que técnicamente interese a la lucha contraterrorista. Es obvio que, siendo esto así, lo importante es que todo el mundo tenga claro quién es quién, que el PNV responde y se rige por esos principios expresados el ideario de su centenario y que ETA-HB es una organización criminal. Pues siendo tan obvio, a veces las actitudes y las opiniones no parecen tenerlo en cuenta.Si tanto el PSOE como el PP se han leído los principios fundacionales del PNV, no habrá riesgo ninguno, o no debería haberlo, en que el nacionalismo vasco impulse referéndums que no puede legalmente convocar ni celebrar. Incluso, estoy convencido de que quien más convencido a su vez está del fracaso del referéndum es su padre, Ibarretxe.En efecto, parece que el planteamiento soberanista no es para cumplirse o materializarse ya, sino para generar las condiciones que lo faciliten en el futuro. Ibarretxe es consciente de que si celebrara ahora una consulta, la perdería. Claro, si es que no está pensando en redactar la papeleta con una pregunta trampa, porque si lo que le pregunta al ciudadano es '¿a usted le gustaría ser libre?' seguro que la gana. No digo que el aumento de la tensión en el terreno criminal alimente la tensión en el terreno político, es decir, que ETA y el PNV sean sinérgicos hacia un objetivo ideológico compartido no lo digo porque no lo sé. Lo que sí sé, o por lo menos deduzco, es que Imaz está convencido de que la proximidad a ETA, que ideológicamente es muy clara, podría perjudicar al PNV en esta etapa y, por tanto, con inteligencia querría postergar el soberanismo explícito hasta mejor ocasión, en la esperanza de que ETA fuera disuelta por el camino. Ibarretxe, 'Egibar and Co.' no deben de compartir esa apreciación, y más bien entienden que, a río revuelto, ganancia de abertzales. Porque se trata simplemente de eso, de revolver el río.Los estrategas del PNV no sólo son perfectamente conscientes de que no van a ganar un referéndum ahora, es que lo plantean sabiendo perfectamente que no lo van a poder materializar es más, es que ni siquiera quieren celebrarlo. A ver si nos aclaramos, que esto es de psicología de primero. Lo que está haciendo el PNV es inocular la posibilidad, acercar el escenario posibilista, entrenarse, poner en marcha los roles de un futurible, además de hacer supurar la herida autoinfligida del victimismo. Quizás PP, PSOE y Zapatero el día 16 lo tengan claro, o quizás no.

No hay comentarios: